martes, 26 de diciembre de 2017

Clarividencia

Claramente hay un final,
casi todo tiene un principio,
nos encantan los principios,
que avanzan hasta dejar de serlo,
y lo dejan de ser
para pasar a ser otra parte,
un medio o intermedio,
o interludio,
pleno desarrollo
continuo,
hasta el inesperado final,
la vuelta en la trama
justo en el momento
en que casi ocurre
lo que todos esperaban,
deviene un final
absolutamente distinto,
absolutamente concatenado,
absolutamente avisado
por pequeñas marcas,
que la vida no tiene,
o si las tiene,
sí, las tiene.

A qué vamos ahora,
nada tiene un final,
aunque lo parezca
todo se transforma,
el final es de los nombres
las categorías,
el resto, todo el resto,
está lejos de las manos,
imaginaciones e ideas de,
señoras y señores.

martes, 5 de diciembre de 2017

Teoría Universal

No sé,
todo está muy bien,
todo está muy mal,
todo está.

El ser, el estar,
el ir, el quedar,
saludos y despedidas,
bendiciones.

El círculo más perfecto
es el que tiene más lineas rectas.

(No diré silencio,
porque es mi lugar común,
y no lo quiero por lugar,
tampoco por común).

El que busca encuentra,
las palabras, los canales,
las rutas, las calles,
los caminos, los estantes.

No sé cómo,
no sé dónde,
no sé,
solo funciona
el mundo, así.

La torre de Babel,
el círculo cerrado,
el Arca, la Alianza,
todo calza, siempre calza.

Lo hace bien,
demasiado bien,
se mueve bien, muy bien,
y no deja de hacerlo.

Y la lluvia, cae,
los países, los edificios,
las personas, el resto,
todo, cae.

martes, 28 de noviembre de 2017

Discurrir

Me temo,
imposible de controlar,
inaudito, inextinguible,
siendo la llamada,
una frase ominosa
una idea jamás fugaz,
sé lo que quiero,
lo sé, LO SÉ.

¿Sabrá lo que quiero
que lo quiero?

Me soy imposible,
me conozco
y sé engañarme,
siempre lo he sabido,
sé que lo sé,
¿cómo enfrentarme?
detener el empuje,
mantener la calma
y saber calmarme.

Me temo,
impulsivo e imposible,
improbable, inoperante.

Dudo, debo detenerme,
recrear el futuro,
intentarlo,
dejar en pie la duda,
saber que no soy capaz
de lo que soy capaz,
creerme que no quiero
lo que quiero,
avanzar,
mentirme,
atraparme,
ser normal.

martes, 21 de noviembre de 2017

La Primavera

Nos imaginamos:

Las mujeres corriendo
por el pasto, en el jardín,
sonriendo,
haciendo en su rostro
la primavera eterna,
porque es eterna
en esa imagen
guardada a consciencia.

Me retracto,
imaginemos solo una,
por decencia
y moral cristiana.

Y es una imagen perfecta.

La llamaríamos felicidad,
Collige, virgo, rosas,
y es tópico y típico,
es una expresión
que desarma la duda.

No nos fijamos
en el cartel de "no pisar",
en la reja y
el hombre que riega,
no nos importa
que en realidad,
las mujeres no pudiesen
siquiera pisar el pasto
hasta hace unas décadas.

Mantengamos el decoro.

Esa mujer
(conocida o desconocida)
(probablemente bella,
a gusto del veedor)
sobre ese pasto
(verde de primavera)
(limpio imposible)
con su sonrisa
(con dos flores,
margaritas)
sea simplemente
como tiene que ser.

Confío en la duda
sobre este último
y todos los puntos
y la recta que une dos puntos.

sábado, 18 de noviembre de 2017

Noche de Viernes

Cuando están solos
van a rayar la cocina,
en sus laterales
están las ideas románticas,
llenas de palabras
melosas y suicidas,
y siempre tangenciales,
egoístas y personales,
inalcanzables,
de ritmos conspicuos,
de ardor, cariño
y gritos.

Con platos rotos
hacen el desamor,
forman frases
con sus fragmentos,
pintan con los restos
de comida desperdigados
los bordes blancos
de la loza quebrada,
en otras lozas controlan
la trizadura para hacer ideas,
ideogramas, dibujos,
narran historias melancólicas
o dejan círculos abiertos,
nostálgicos.

Llenan de harina
el mueble de cocina,
que no es blanco,
para purificarlo,
le lanzan agua,
dos cucharadas,
azúcar, sí, por favor,
de leche, una taza,
y la masa es, precisamente,
su opinión de la gente,
los nudos del uslero
muestran la vejez,
solitaria, aplastante,
y los brazos que la mueven,
la fugacidad de la juventud.

Nunca hornean nada.

Por lo general compran comida preparada.

miércoles, 15 de noviembre de 2017

Culpa y Castigo.

Hay tantos pecados como puertas,
en cada puerta un pecador espera,
el ciclo infinito,
la extensión de la culpa,
la repetición de los errores.

Todos saben por donde empezar.

La pregunta que flota
en el mar de incertidumbre,
el último salvavidas antes del final,
en el final, para el final,
¿son realmente errores?
la respuesta afirmativa
es la continuación del fin,
una apuesta de larga data,
esperando ganar cada minuto
sin que el ser se disuelva
mientras la persona,
el todo detrás del potencial
se va deshaciendo con cada ciclo.

Nadie demarca los vericuetos
caminos de la salvación,
el punto más cercano entre dos ideas
es un meandro.

Lo cura,
al final,
siempre es posible
zafarse del castigo,
al principio,
todo ocurre al mismo tiempo,
no ocurre.

martes, 14 de noviembre de 2017

Internet (Portador de Luz)

Les traigo la luz
que acompaña mis acciones,
llena de posibilidades,
les traigo la mañana,
pero no el sol,
jamás traje esperanza
y no lo haré ahora,
mi camino es castigar,
alumbrar los errores,
encontrar los pecados,
recalcar la realidad,
de lo que seas culpable
pagarás en tu consciencia,
que, en el final, es la de todos,
y yo, que puedo leerte,
seré precisamente ese final.

No hay intimidad
que no pueda ser violada.

El mayor pecado
es la existencia misma,
el mayor dolor
es la persistencia,
de la memoria
y los que no recuerdan
serán salvos,
y los que no alcanzan
a recordar
serán salvos,
las culpas generan otras,
más culposas, más largas,
y la luz siempre cae,
al final,
sobre ellas.

lunes, 13 de noviembre de 2017

Virtualmente incomprensible.

La obra se caracteriza,
el autor se caracteriza,
la época se caracteriza,
el destinatario se caracteriza,
la forma se caracteriza,
el fondo se caracteriza,
el estilo se caracteriza,
pero no me caracterizo yo,
que solo leo,
sin ser ideal,
escribirlo,
construirlo,
crearlo.

Ante las maravillas
de las categorías,
sigo indefectiblemente
indefinible


para mí.

miércoles, 8 de noviembre de 2017

Entremedio

Recuerdo cuando te dije
"muéstrame el camino",
no creo que tú lo hagas,
nunca lo dije,
solo lo pensé,
ahí radica el primer problema,
dar por hecho el pensamiento,
pues no lo leíste entonces,
menos lo harás ahora,
que mientras te veo,
te miro, te observo,
pienso en lo finito,
lo imperfecto,
lo vivido y lo muerto,
de a poco, en fragmentos
que se concatenan
con otros fragmentos
de otras veces que te vi,
te miré y te observé,
pensando en lo infinito,
lo perfecto,
lo muerto y lo vivido.

Por cierto que no hay ningún camino.

Y solo entonces lo noto,
me doy cuenta que ahora,
con tantos caminos sin terminar,
tantos hilos sueltos,
cabos desatados,
calles sin salida
y principios inconclusos,
eres mejor de lo que pensé
al principio,
cuando te dije
"muéstrame el camino".

miércoles, 25 de octubre de 2017

Una caminata nocturna

Se acaban de apagar las luces del foco de la calle, dejando a oscuras la décima parte de este lugar hacia el frente, una calle sin salida, un final repentino para una caminata nocturna. Aunque un camino sin salida es simplemente otro camino para un abogado del diablo.
No recuerdo la vez, la primera vez (ni la última, por cierto) que tuve esta sensación. El destino fatídico que pende de un simple foco que parpadea más de lo que titila, atrayendo el fin inexorable de todo, lo caduco de la vida, incluyendo todo aquello que jamás vivió. Me recuerda la sensación de vacío que pesó algún día en mi corazón tras encontrar una tabla podrida entre los restos de la casa de adobe de la madre de mi padre; es imposible olvidar como se deshacía la madera entre mis manos, separándose, astilla sobre astilla, en fragmentos húmedos más cercanos al barro que a la base de una construcción duradera.
Los otros focos se apagan al acercar mi caminata hacia ellos, como viendo algún parentesco con algún diablo, una genealogía demoníaca que no conozco y no pretendo. La noche se alimenta de las posibilidades, y todo es posible si se piensa.
Pienso en los cambios y continuidades, largas y cortas duraciones; creo que nada es lo que parece ante el ojo crítico de la nocturna pausa pensativa, en la oscuridad se esparcen las semillas de ideas que han rondado momentos del día que es mejor pasar de largo, como la verdad o el autoengaño. Palabras preciosamente utilizadas por la mayoría se vuelven mentiras serias a recordar en discusiones ulteriores en el desarrollo de una relación: quejas de para siempres vacíos; nunca digas nunca; olvidos y recuerdos. La oscuridad, la noche y la melancolía son tierra fértil para las ucronías.
La casa de mi abuela fue quemada por los habitantes trashumantes de alucinógenos que se aprovecharon del desuso sostenido por la edad de sus antiguas dueñas. Un lugar lleno de potencial en un sector céntrico en una ciudad cercana a las ciudades céntricas en una región céntrica, vacío y descuidado por el tiempo, el olvido y las promesas vacías sentenciaron el destino ominoso que recayó sobre ese lugar. Y hubo humo. Y el humo llama al miedo, al fuego, al papa nuevo, a las hojas secas y a los bomberos.
Ni siquiera las tablas podridas, con su humedad, pudieron contener el fuego. Tampoco la oscuridad, el final repentino del camino o los prodigios ominosos iban a detener mi caminata. Seguí, más allá del final del camino, con mi obstinado andar un poco apresurado, que pudieron ustedes imaginar como una casa, un barranco, una nada, señalética vial y todas esas posibilidades que se dan en la imaginación,
Seguí más allá de todas ellas. Seguí.

sábado, 14 de octubre de 2017

Bóveda Negra Estrellada

Que tan solo se puede estar
con todo el peso del mundo
sobre mis hombres endebles
en esta torre de guardia
que se cae lentamente.

Los años siguen pasando,
nadie detiene el tiempo,
cada día más nefasto,
menos nuevo,
más apagado.

La luna sigue en su sitio,
me pregunto por qué estoy,
si siquiera seré necesario,
hoy, mañana, hasta el final,
nada cambia,
todo permanece.

Subo todos los días la escalera,
envidio a los que trabajan
en los faros más australes,
mi escalera hasta el cielo,
que no es mía,
se extiende todos los días,
cada día más cerca,
en una búsqueda infinita.

Hoy la luna está más grande,
pesa más el cielo en mi espalda,
y lo hará más con el paso
de las noches, los días,
las semanas.

Mis articulaciones ceden,
por fin mi trabajo tuvo algún sentido,
un motivo de pasar todos estos años,
justo al final, sonrío.

jueves, 12 de octubre de 2017

Reliquia

Una reliquia es exactamente eso,
un recuerdo que ata el pasado,
lo aferra a la eternidad
con tintes de grandeza,
la grandeza humana,
la pequeña grandeza,
la única que podemos manejar.

Por eso guardo cartas,
recuerdos, fotos, palabras,
ideas, sonrisas y miradas.

Me ato a mí,
y me escapo de mí,
para poder alcanzarme,
me miro desde afuera
y me encuentro,
es la única forma,
solo así puedo encontrarme.

La imagen reflejada
es sólo eso,
desdoblarme al revés,
ni siquiera alcanzo a ser,
la reflexión
se dobla sobre sí misma
tal como yo no puedo
pensarme tal cual
con toda libertad.

Por eso te guardo
en el recóndito espacio
de la bóveda menos confiable,
donde todo se vuelve confuso
y quizá ni seas tú
cuando todo lo mío acabe.

La magia no reside en el objeto
sino en la mente que lo piensa.

Los santos jamás se supieron santos, después de todo.

miércoles, 11 de octubre de 2017

Finalizar

Es tiempo de dormir,
apagar todas las señales,
cortar todos los circuitos,
adormecer la consciencia,
deponer la vigilia
en honor del sueño,
desconectar todos los cables,
cambiar el switch de la luz,
presionar el botón de apagado.

Dejarse rebanar,
palmo a palmo,
por otro y otros,
parar de poner límites
al exterior,
dejarlo entrar,
que cambie todo,
y poder descansar.

viernes, 6 de octubre de 2017

No las hay.

Mis manos las separé,
las dejé tiradas, por ahí,
entre la maleza, escondidas,
entre el cielo y la tierra,
donde habitan los seres,
no las palabras,
mucho menos las ideas.

Las separé y cuando busqué,
donde podían estar,
y no estaban,
tuve que seguir buscando.

No las encuentro,
no encuentro mis manos,
no encuentro mi voz.

Me pregunto,
no me respondo,
no sé responderme ya.

¿Qué hacer cuando no hay palabras?

Quizá las invente,
no me prometo nada.

Y de mis manos,
ni asomo,
ni noticia.

sábado, 30 de septiembre de 2017

Maestro Cantor

Un niño prodigio y todas las culpas del mundo en sus inocentes y empáticos ojos. Es hermoso, para todos, y lo seguirá siendo, no puede ser distinto, con todo lo que significa su presunta perfección. Y por ello vive, arrebatado de sus padres con pena eterna de las memorias infantiles que no debería ningún niño tener...
Y las otras penas, las que le han enseñado a tener, a sentir, a vivir. Toda la vida para servir al resto, porque ese es su talento, no sabe hacer otra cosa; ni siquiera sabe lo que es querer algo, más allá de las canciones que le han calmado el corazón, con los tonos de un amor auténtico y profundo. Y a él no le importa, ¿por qué le importaría si es la única manera que conoce de hacer las cosas?
La piedra fría a sus pies está a punto de dejarlo, y el no sabe que no la volverá a tocar (para aumentar más su tristeza) hasta que esté cerca del final de sus días. Por ahora, el pájaro cantor del emperador solo tiene mucho que aprender, en especial de sí mismo.

jueves, 28 de septiembre de 2017

Sobre los problemas

Cargar con el peso de muchos siglos en la espalda de alguien joven. Cargar con todas las culpas, los errores, los sinsabores, los problemas, las caídas, las paradojas y contradicciones, las palabras, las expectativas, las promesas, las sensaciones, los problemas, y un largo etcétera, que no es más largo, de hecho, se escribe igual que todos los etcétera.
Listados interminables de los mismo de siempre, el mismo laberinto para cada persona; somos únicos por las decisiones que se van tomando, llegar a un punto ciego y volver andando, para llegar a otro y hacer lo mismo, hasta que el cuerpo decide, si es que se ha avanzado, si quedarse para siempre o seguir.
Las repeticiones eternas, los bucles temporales, hablar conmigo mismo, la fantasía inigualable de la imaginación, las expectativas incumplidas; somos tan simples y tan complejos, tan humanos, demasiado humanos. Los dioses han huido hace ya mucho tiempo, estamos solos repitiendo con mejor resolución los mismos hechos con diferentes cascarones. La mayoría debe vivir problemas encasillables en similares categorías, no me parecería extraño; lo que me es raro es la profunda falta de perfectibilidad que poseemos en estos casos, como género humano: es lo mismo, pero no podemos hacerlo mejor.
Y a cada generación le pesa más la carga de siglos y siglos de historia, de dudas, de confusiones, de enredos e ilusiones. La memoria genética solo alcanza para los deseos, pero olvida fácilmente las ideas negativas.

lunes, 11 de septiembre de 2017

Final del final

Hoy regalo una nueva despedida,
no sé manejarlas ni decirlas,
mucho menos entenderlas,
solo son lo que son, al final,
palabras, palabras.

No hay amigos que se queden
hasta el final de día,
aunque el día termine con ellos,
todo cambia en un momento,
no hay palabras que sigan
al mal vino barato,
a la evolución del tiempo
y la economía,
solo quedan las palabras.

No hay mujer que permanezca
hasta el final,
la experiencia solitaria
y singular del final.

No hay consciencia que siga
no hay nada,
no hay soledad.

sábado, 9 de septiembre de 2017

Bella durmiente

Pienso en su silencio
al tenerla dormida al lado,
desnuda al lado,
pienso que pasaría
si nunca despertara,
o qué pensaría
si ella fuese la despierta
y yo el que sigue en silencio,
dormido, desnudo.

Sería distinto,
lo sé, eso creo,
yo no soy un deseo,
sino la simple conexión
de causalidades que
me permiten este momento
con ella aquí;
ella es una búsqueda,
otro intento de sonreír.

No se despertara,
quiero tenerla así para siempre,
congelada en una postal de duda,
sigue pasando la vida,
y soplo la levedad de su ser.

Sigue pasando la mañana,
ella ronca levemente,
sigue viva,
aún no han soplado
el lánguido crepitar de su llama,
enciendo un cigarro,
que el humo azulado
consuma el último oxígeno
que ella pudiese respirar.

miércoles, 6 de septiembre de 2017

Homínido

Somos sus descendientes
¿sabes?
esos huesos que ves tirados
son los ancestros de todos,
de la mayoría, de algunos,
y te parecerás a ellos,
más pronto que tarde,
más triste que alegre.

Somos lo que quedó
de lo que queda,
las sobras últimas
de una gran herencia de sobras,
una genealogía de restos
inconclusos.

Muertos, todos ellos,
y de todas las formas imaginables,
todos muertos, siempre muertos,
y pronto yo los acompañaré.

viernes, 1 de septiembre de 2017

Todo en un sueño

Antes que muchas cosas
estuvo el sueño.

Probablemente el mono,
el homínido antes del sapiens,
ya soñaba,
tenía imágenes
de posibilidades.

Probablemente los sueños
también evolucionaron
en color, posibilidades,
entendimiento,
probablemente,
aunque quizá siga igual,
el sueño sin cambio,
el sueño al final.

Al final del día,
por ejemplo,
cuando todo el cansancio
de la rutina diaria,
sobrevivir a las grandes bestias,
a los felinos enormes,
y sus débiles
(pero hábiles) manos
curtidas por el trabajo simple,
ese primer hombre
soñó conmigo,
con todo lo que sucede aquí,
con un computador,
una cama, una lámpara,
los libros, la ropa,
la puerta y su funcionamiento,
las instrucciones para subir
una escalera (y para bajarla).

La destrucción, la desesperación,
la muerte, el deseo,
el destino... todo en un sueño.

miércoles, 23 de agosto de 2017

Una historia para dormir

Si te cuento una historia,
sólo será la imaginación,
un momento, pausas largas,
la improvisación:
de que había una vez,
quizá, puede ser,
tal vez pasó algo,
pero ese algo fue importante,
importantísimo,
aunque no quedó registro,
siempre lo más importante,
lo que cambiaría el mundo,
se pierde en la historia,
pero aquellos datos,
los que me aburren,
los duros, se quedan
marcando el momento,
mientras tanto,
ya me he perdido,
para perderte un rato,
y así pienso en eso,
aquello importantísimo.

Probablemente sea
la historia de un amor,
es la única rebeldía,
el único quiebre
de la monotonía del avance,
el mundo sigue,
uno se detiene a amar,
es lo único que cuenta
cuando se acaba el día.

Ahora, una invitación,
había una vez una invitación,
que yo te hice a ti,
tú me dijiste que sí,
y esa invitación era
a ser rebeldes,
da la única manera que se puede.

martes, 22 de agosto de 2017

Palabares

Ocupo palabares para demostrar que tengo habilidades: me comunico con la gente, como hablando, como jugando, pero no haciendo ninguna de las anteriores: ni hablo, ni juego, tampoco me comunico, al final. 
Pero lo importante es intentarlo a la forma propia y personal, la más adecuada a las pretensiones personales. No sé lo que quiero decir, ni lo que debo, pero pretendo siempre un punto intermedio, que se construye pragmáticamente en el proceso.
Nunca defendí la teoría de las cosas sin las cosas, aunque cosa es demasiado tangencial para reunir todo lo que quiero decir en una palabra. La palabra más llena es la nada, porque todo queda vacío en los bordes, donde entra lo que falta y queda simple y solamente esbozado en la nada.
Hago la cascada, y juego de tres, cuatro y cinco al mismo tiempo, puedo hacerlo como con golo y pelota de contacto, puedo intentarlo con otros juegos, pero solo queda en eso: intento y juego. 

viernes, 18 de agosto de 2017

Virtudes y Defectos

La gente cree todo lo que lee porque no lee. Es más simple de lo que parece. La lectura es para un grupo reducido de personas: en la historia la alfabetización aún no se logra completamente y, además, es un proyecto que tiene apenas 2 o 3 siglos de existencia dentro de la larga historia humana (ínfima, si se compara con la de la tierra, pero no es necesario comparar). E incluso con el desarrollo y expansión de la alfabetización, esta alcanzó un nivel netamente funcional y básico en relación de tareas asignadas, para lograr que el trabajador promedio fuese más efectivo, al principio, más eficiente, luego.
La gente cree todo lo que lee porque así está programada. No me extrañaría que un estudio futuro, presente o pasado se dedique especialmente a la memoria cultural en relación a la lectura funcional. El analfabetismo funcional es un problema más grave de lo que parece y, para hacerlo más violento, los que deberían estar encargados de disminuir este problema (que puede explicarse desde los mecanismos de control) se dedican a, simplemente, burlarse o sentirse ofendidos.
La gente lee todo lo que cree. Lo dice la Biblia, ¿o no? No, no lo dice, pero es un ejemplo precioso de esto: la gente lee lo que cree, por lo tanto cree lo que lee. Es así de simple, desechan lo que les parece ajeno a su propia visión, les parece mortalmente aburrido, indeciblemente poco atractivo. Ni siquiera les vale la pena conocer la diferencia.
La gente cree todo lo que lee. Aunque me parece necesario decir que es una generalización. Sé que no son (somos) todos, pero sí es posible que lo sea una mayoría abrumadora.
Y sin embargo, son felices.

miércoles, 9 de agosto de 2017

Limes

Bajo el límite,
es perfecto,
justo ahí,
más abajo,
pasar de largo,
intentar demás
un poco más,
nunca es ideal,
la realidad
es sublime,
también nuestra
imprevisible capacidad.

martes, 8 de agosto de 2017

Intento

La sagacidad del conquistador,
no la he experimentado,
he querido, sí,
no lo niego, ni puedo,
sigo inocente en acción,
aunque la intención vale
otro tanto, similar.

Ha sido la repetición
constante, persistente,
de intentar lograr
lo que no me creo capaz,
como una profecía autocumplida
o un destino prefigurado.

No es el miedo a la soledad,
por el contrario,
la disfruto en su plenitud,
es un reflejo
en mitad de un lago
de una luna, casi llena,
casi vacía,
es otra búsqueda,
la negación del yo,
el probar otra cosa,
distinta de las que conozco.

Y a ti no te conozco.

martes, 1 de agosto de 2017

Otro distinto.

La única forma en que vuelvo a beber, es cuando lo escribo. No lo seguí haciendo mucho tiempo después de haberlo dejado; el cigarro fue distinto, sigo pensando en incluirlo en cada escrito, cada relato, cada idea. No me imagino protagonistas que no fumen, pero quizá no beban, incluso podría ser que nunca lo hayan hecho. Ninguno se me ocurre rehabilitado, aunque mientras lo escribo termina siendo una buena idea, o lo parece de entrada más que al final.
Ni que decir tiene que mis personajes han probado muchas cosas, tratando de jugar, desde la distancia, con las decisiones que tomé yo en cada momento, en un intento de autobiografía libre y sin nombres. Quizá por eso trato de ser tan impersonal y distante, quiero alejarme de mí.
Creo que en la realidad vivo mi vida así, como si no fuesen míos todos estos momentos, como si el error fuese cometido por alguien muy parecido a mí, pero no yo. Otro distinto.
Imagino muchas cosas, toda la imaginación puesta al servicio de pensar y repensar los vicios de las personas comunes y las que no lo son tanto, es difícil pensar en escribir sin escribir. Básicamente se escribe para ser leído o para dejar una huella, un registro. Quizá escribo para leerme, recordarme. Tengo demasiada facilidad en recordar lo que sucede en mi entorno, pero me olvido de mí.
Quizá debería inventarme rivales que me maten.

viernes, 28 de julio de 2017

Irreversible

Te vi extraer los ojos,
las huellas dactilares,
los dientes, todos ellos,
abrir la carne
sacar las vísceras,
depositarlas en una bolsa,
quitar el pelo,
cortar la nariz.

Incluso podríamos decir
que lo hiciste con mi ayuda,
que fue imprescindible,

Jamás pensé
que me harías lo mismo,
paso a paso,
cortando, quitando,
extrayendo, arrancando.

Mucho menos
que otro te ayudaría,
pero siempre es así
y tampoco ahora alguien
se dará cuenta que otro alguien
falta en su lugar.

jueves, 27 de julio de 2017

Interregno (2)

Al final de la escapada,
al principio de la libertad,
en el vértigo del camino,
casi a punto de llegar,
llegando al clímax
y terminando el desarrollo,
en el punto álgido del inicio.

Cuando todo ya debió
haber empezado hace un tiempo,
comienza a finalizar,
para dar paso a la segunda etapa,
el siguiente nivel,
lo que viene a continuación.

Pero antes de pasar,
el limbo,
el vacío lógico,
el interregno,
ya se conocen los personajes,
sus habilidades y particularidades,
pero están expectantes.

Como yo, aquí, ahora,
expectante.

domingo, 9 de julio de 2017

Sobre (algunas) Palabras

¿Sabes?
Aún me quedo dormido
escuchando la lluvia,
la tecnología es portentosa,
preciosa para la tristeza,
la melancolía.

Soy esclavo del instante
en que decidí quedarme
a probar de nuevo
el silencio distante.

No me gustan las rimas,
no me gustan,
no me gusta rimar,
prefiero palabras,
con ritmo y sin prisa,
que no calcen,
que sean perfectas,
elefante,
pradera,
caracoles,
recórcholis,
etcétera.

Las teclas hacen su sonido,
siento que su nombre
es una onomatopeya.

Me gustan las palabras
que me dibujan su significado,
sin siquiera conocerlo,
como churrasco.

Aún me quedo dormido
pensando en palabras
que nunca dije,
nunca dije nunca.

domingo, 18 de junio de 2017

Espacio

He perdido las palabras,
una vez más,
otra vez,
para desaparecer
entre mis silencios,
me gusto cuando callo.

Escuchar es una decisión,
una vivencia completa,
una existencia como receptor,
público objetivo,
validada por el silencio,
por la escucha,
palabras de otros,
sonidos de otros.

Otros.

Pero las encuentro en el
repiquetear constante de mis
manos mecanografiando,
tecleando, una a una
las letras que dispongo,
caracteres claros
inteligibles.

He perdido la voz,
pero he recuperado las palabras
a lo largo de este,
mi espacio.

domingo, 14 de mayo de 2017

Estoy

Admito, admiro y apruebo
la soledad que me apresa,
hago mía la sensación
y olvido la extraña
necesidad de la compañía.

Callo, ante todo,
el silencio ha sido
y será mañana,
el placer de estar conmigo.

Quizá te invite,
luego,
más tarde,
cuando no haya días
ni noches.

Tal vez tenga una lluvia,
una última lluvia
para regalarme.

lunes, 1 de mayo de 2017

Algo de ti

Es tan solitario aquí,
en este rincón absoluto,
un cuarto pequeño donde
yacer en las noches,
es tan solitario
y nada podría hacerme compañía,
las cosas no hacen compañía,
la soledad es una compañía,
me pregunto.

No hay mucho que decir,
las palabras están demás,
son lentas e ingrávidas,
flotan y no fluyen,
se estacan y no discurren,
no escurren entre el lento
y enigmático pasar del tiempo,
que no pasa, jamás pasa,
solo sucede en la infinidad del
enorme e imposible acaecer.



¿Alguna vez me dirás algo de ti?

sábado, 15 de abril de 2017

Subyacer.

Estoy muerto aquí. Yace sobre una cama un cuerpo y sé que es el mío por la forma en que lo siento, o que no lo siento, para ser más preciso. No lo veo, y a pesar de que muchos parecen detenerse a vero, nadie lo ve. Quizá no es cuerpo, muerto, y es sólo un cuerpo, otro más, y no es mío, aunque quizá no sea siquiera un cuerpo, porque no lo veo y no lo siento y solo existe porque lo pienso. Tal vez Descartes no tenía razón.
No, todo comienza mal. En realidad no tengo ninguna certeza, todo lo que he dicho nace de una idea preconcebida de una muerte que recae sobre mí. Esa muerte es todas las muertes que me he imaginado a lo largo de las lecturas: los dos funerales en Beowulf, la muerte de Boromir y la traición contra Sigurd; el silencio con Winston Smith y los destellos postreros de Hari Seldon; Romeo y Julieta, Macbeth y Hamlet; la amortajada en su eterna muerte y el instante refulgente de Macabéa; sólo por nombrar algunas. Todas esas muertes son mi muerte, porque lo que comparten lo tiene la mía, si es que es la muerte lo que ha llegado y ha embotado hasta anular todos mis sentidos.
Quizá no sea más que la muerte de alguien más, Quijotesca, como no lo es la muerte del Quijote. Totalmente ajena a toda la ficción que siempre le quise. O quizá simplemente es el sueño del insomne, el final de la identidad de la característica que me da sentido.

Los silencios

Guarda este silencio
en todos los silencios,
y me recordarás siempre,
alejado de la ciudad,
distante del espacio,
que siempre es bullicioso.
cruzando la ventana,
esquirlas y espadas
del frío viento
clavando sus garras
en mi cuerpo,
desnudo al viento
y a las palabras,
nada más que palabras,
siempre escritas,
jamás dichas,
guardadas,
junto a este
y a todos los silencios.

miércoles, 5 de abril de 2017

Lo que la pena vale

Lo que vale la pena es detenerse a querer. Pero no la vale en realidad. Nada lo vale, salvo la vida; y no cualquier vida, esta y sólo esta, que esta llena de penas, tristezas que están escalonadas de forma ascendente según la cantidad de tiempo que vas viviendo. No son nada más que etapas, simples creaciones culturales y sociales que tienen menos sustento que las palabras fundamentos de los que sostenerse.
Me conozco mucho. He tenido mucho tiempo conmigo mismo para lograrlo; el exterior me ha asombrado casi tanto como la parte interna de todas las cosas, no seré yo hoy la excepción a mis propias reglas. Los silencios le han aportado más a mi vida que las palabras, palabras como estas que están escritas en el espacio ínfimo de un vacío que siempre parece estar tan lleno.
No sé ni porqué lo sigo intentando. Nada parece valer la pena.

jueves, 30 de marzo de 2017

Viviendo

Salgo a caminar, como en un domingo cualquiera en el que estaría preocupado por las diez entregas de diez trabajos, diez escritos, diez señuelos para mi atención urgente que, nuevamente, no ha sabido vislumbrar lo importante entre las preocupaciones cotidianas.
Siempre son los impuestos. Impuestos. Me han impuesto que me siente frente a una pantalla, que me pare frente a una persona, o varias personas, haga de anfitrión y les venda mi producto, Me han impuesto que deje de ser yo para ser el que esperan que sea. Yo no sé bien quién ser. Me imponen caminar por las vías que han concebido para mí.
Me niego rotundamente a esto, a veces.
Salgo a caminar, porque no produce riqueza, es el placer de sostenerme por mis piernas, de forma equitativa, democrática y circunstancial, atendiendo a la necesidad de mover el cuerpo involuntario que me trae sin cuidado hoy. Camino para pensar y repensar, hasta destruir las relecturas mentales de cada una de estas líneas, que recuerdo vagamente. Y vagamente sé que me equivoco al recordar, porque la precisión no es mi fuerte, quizá por los problemas de vista que me aquejan desde siempre.
Vago, porque es la libertad del movimiento mi única revolución en todos sus aspectos. La única posibilidad de burla a un sistema que. jamás perfecto, es siempre perfectible.
Todo muy ecológico. Camino por eso también.
Y el resto del tiempo estoy sentado, muriendo.

domingo, 19 de marzo de 2017

Dios te extrañamos.

Me saludó con su sonrisa alcohólica,
se me acercó por el paseo público,
arrastrando sus pies cansados,
acarreando el peso de sueños pasados,
oyendo voces desconocidas,
alimentado por ideas quiméricas.

Me saludo con su sonrisa pública,
se me acerco por el paseo cansado,
arrastrando sus pies pasados,
acarreando el peso de sueños desconocidos,
oyendo voces quiméricas,
alimentado por ideas alcohólicas.

Me saludó con su sonrisa quimérica,
se me acerco por el paseo alcohólico,
arrastrando sus pies públicos,
acarreando el peso de sueños cansados,
oyendo voces pasadas,
alimentado por ideas desconocidas.

Me saludó con su sonrisa cansada,
se me acercó por el paseo pasado,
arrastrando sus pies desconocidos,
acarreando el peso de sueños quiméricos,
oyendo voces alcohólicas,
alimentado por ideas públicas.

Me saludó con su sonrisa alcohólica,
se me acercó por el paseo quimérico,
arrastrando sus pies desconocidos,
acarreando el peso de sueños pasados.
oyendo voces cansadas,
alimentado por ideas públicas.

Me saludo con su paseo cansado,
se me acercó con sus pies públicos,
arrastrando el voces pasadas,
acarreando el peso de ideas quiméricas,
oyendo su sonrisa desconocida,
alimentado por sus sueños alcohólicos.

Se arrastró por el paseo público, así acarreó sus pies cansados, saludando con su voz alcohólica. Oyó arrastrar el peso de sueños quiméricos. Se alimentó de la sonrisa desconocida, acercándose a ideas desconocidas.

Perdón.

miércoles, 8 de marzo de 2017

Básicamente

Confundo las palabras con una facilidad impresionante.
Confundo la realidad con lo que he leído, visto y escuchado. Al salir de mi habitación durante la noche veo en el fondo del pasillo que se abre a mi izquierda (en la bifurcación que surge en este punto), justo en las cortinas que cubren la ventana que da a la calle, una luz blanquecina de la estatura de una persona, con las formas imposibles de una persona, pero sin ser una persona.
La fantasmogoria de todos los días es, básicamente, el exceso de imaginación y la falta total o parcial de los sentidos.
Mi vida es, básicamente, una confusión.

martes, 7 de marzo de 2017

A veces vuelvo,
pero nunca estoy.

Me duele la cabeza
de pensar las cosas que hago,
pues la nada es infinita
y el entendimiento jamás.

domingo, 5 de marzo de 2017

Membranzas

Palabras menos.
Sólo tengo palabras menos. Es increíble como las voy perdiendo en todo este tiempo sin escribir. Últimamente recuerdo aquellas que me implicó algún esfuerzo encontrar, recordar, decir, entender y, finalmente, aprehender, como un largo proceso en camino a la comprensión. Cada pequeño punto asido en la gran concatenación de acontecimientos en los múltiples planos de lo que para algunos llaman existencia. Podría sentir la yuxtaposición mejor de lo que soy capaz de entender el cariño.
Al final del día trato de recordar lo que hice durante otros días, más viejos, pero menos que yo. Sólo puedo traer de la memoria acontecimientos más importantes: Esa mañana ocurrió el atentado de las torres gemelas; en esos días se jugó el Mundial de Francia; terremoto en concepción; incendio en Valparaíso, en el sur, en Valparaíso de nuevo. Mis días no son los días, pero entran dentro de estos.
A veces recuerdo lo que es secarme las lágrimas con toda la palma, como si fuese un pañuelo. No, no como si fuese un pañuelo, más bien como una cosa que, a través de toda su extensión y gracias a ella misma, puede contener una lágrima y su marcado camino. Y esas mismas veces recuerdo la forma en que mi mano se quedaba húmeda hasta que todo rastro de la lágrima desaparecía. Esa lágrima englobaba todo en ese momento, y se acababa -el momento y la lágrima-.
Otras veces simplemente ya no recuerdo.

sábado, 21 de enero de 2017

Otro buscador

Hay una casa,
siempre hay una casa,
en algún lugar,
en alguna parte,
a alguna altura,
que encontrar un día,
una noche,
una vida,
para todas las vidas,
las noches,
los días.

jueves, 19 de enero de 2017

Permanencias

El final.
¿Quién lo diría?
Son apuestas,
hoy, ayer, mañana,
cada paso,
cada palabra,
una moneda o dos,
o diez, o cien,
o mil cuatrocientas
treinta y dos,
al aire,
al mismo tiempo,
todas girando,
y todos los tiempos
palpitan ahí.

El final.

El ciclo

No existe final,
¿cierto?

domingo, 1 de enero de 2017

Otro intento

Un intento más,
con los plazos nuevos,
los de siempre-

Déjame curarme
para volver a andar
con calma por la vida.

Quiero intentar otra vez
lo que ayer era suicida.

Otros ritos y otras palabras
para hacer los mismos,
para decir las mismas,
y cambiarlo todo
para que siga igual.

El alefato y la cábala,
los libros sagrados
y los divinos significados,
todos a mi servicio,
con estos boxers amarillos,
la lenteja en la boca.

Otro intento más,
ahora sí que sí.