Los sobresaltos están
atrás, muy atrás,
y abajo, muy abajo,
en las cajas de documentos
que se planean perder,
pero se les guarda,
solo por si acaso,
acaso sucediese algo.
No hay gente dispuesta
a perturbar sus sueños
con imágenes que no pueda
contener en su vaso,
mientras el océano
se expande lejos, muy lejos,
olvidando el perdón.
atrás, muy atrás,
y abajo, muy abajo,
en las cajas de documentos
que se planean perder,
pero se les guarda,
solo por si acaso,
acaso sucediese algo.
No hay gente dispuesta
a perturbar sus sueños
con imágenes que no pueda
contener en su vaso,
mientras el océano
se expande lejos, muy lejos,
olvidando el perdón.