lunes, 17 de diciembre de 2018

Entradas, Salidas

Me extraño, me encuentro.

¿Quién soy, para dónde voy?

La ciudad comienza al final del camino de piedrecillas que discurre mi patio lleno de malezas y plantas a medio cuidar, a medio vivir. La media vida es la media muerte. Muerte a medias, muerte apenas, muerte a penas. Las piedras del camino no tienen vida y lo que no tiene vida cumple funciones de registro, construcción y avance. Las piedras no saben, no aprenden, duelen y no saben doler.
La ciudad es el camino, lo continúa. Cuando hablé del final, nunca existió un final, son las marcas que nos ayudan a entender los espacios infinitos que nuestra mente no puede terminar de entender. En algún punto lo obvio se volvió obviable, dejo de encontrar un espacio a la consciencia y se perdió en los profundos recovecos de la existencia,
Olvidamos que nada era obvio, en especial el principio y el fin, la subsistencia y la vida. Entonces, cuando la vida se acaba, empieza otra, todo sigue su curso, el tiempo su flujo; no hay pausas, ni las queremos. Nada ni nadie espera por ti.

Nunca estuvimos encerrados en un laberinto.

Las rejas las pusimos para que nadie entrara.

Nadie pudo salir.

domingo, 9 de diciembre de 2018

El Cielo Invertido

En el cielo,
al final del cielo,
donde comienza el ciclo,
el círculo, la esfera,
ahí donde acaba el principio,
seguido del medio,
antes del final,
donde termina de existir,
cupe la duda,
como si ese espacio
fuese de ella,
pensado para ella,
desde el mismísimo inicio,
el principio,
aquel espacio
de la primera revolución.

La vida.

Concepto novedoso,
concepto entre conceptos,
movimiento e inercia,
siempre en ese orden;
lo que se viene,
lo que siempre ha estado,
lo que ya no vendrá,
lo que estuvo y no estará.

Cuando todo deje de girar,
las palabras no se refieran a nada
y los hablantes no existan,
ni los pensamientos,
solo quedará el silencio,
cuando no haya nadie para recordar,
recordaremos que somos pequeños.

Cemento y Piedra

Dejaron de funcionar las teclas,
se acabó a cuerda,
se apagó la pantalla
(cuan dependiente somos
de los pedazos de plástico
que nos rodean todo el día),
los sueños se durmieron,
despertaron, a las seis AM
se vieron imposibles
en los vidrios pulidos
del primer piso del edificio
donde está el cubículo
en el que está destinado a morir.

Se terminó el ulular
de aquel pájaro,
solitario en el árbol
que crecía junto a la ventana,
no aguantó más a la ciudad,
a pesar de que ella esperaba,
la piedra y el cemento
saber seguir esperando,
debe haber muerto,
la ciudad lo mata todo,
digiere lentamente
sus huesos, su carne,
solo queda el deshecho,
la escoria más dura.

No quedan dibujos
ni ideas, ni defectos,
ni bocetos, intentos,
fallos, errores;
silencios, siguen
a la felicitación,
son parte de la bocina,
de la radio, la risa estridente,
los gritos furiosos,
la tele, la música, el altavoz,
son silencios,
o intentan ocultarlo,
tienen miedo,
saben que están solos,
saben que todo está listo,
no hay mucho que hacer,
no se puede equivocar,
hagan lo que hagan.

Y lo intentan,

hasta parece que lo logran,

pero la rebeldía simple y solitaria

nunca pudo con el sistema.

viernes, 7 de diciembre de 2018

Segundos lugares

Quiero ser fuerte.

Nada más existe,
nada más importa,
miles de millones de años
de evolución, tecnología,
sentimientos, poesía,
lengua y literatura,
números y sistemas,
pero aún la fuerza
construye el mérito.

Tengo una fuerza
distinta y diferente,
que viene del interior,
lo más profundo de mi ser,
en el centro, atrás,
al lado,
imposible de ver,
que me permite comprender
mi vida, mis sueños,
y al resto.

Tan fácil era antes,
todo sigue igual,
pero he tenido que desnudarme
tantas veces
y por tantos motivos
que ya no parezco
tener intimidad.

Mi intimidad es compartida,
mi miedo es el de todos,
mis palabras no son mías
y mis sueños los eligieron,
ellos, los que eligen.

No importa,
nunca busque ser único,
ya pasé lo de ser especial,
simplemente ser,
conocerme y seguir,
tomarlo todo,
escuchar y esperar.

Todo es más claro
visto desde el segundo lugar.

lunes, 3 de diciembre de 2018

Disfruta en silencio

Aún se puede continua,
de un momento a otro
la flama inunda de luz
la habitación completa.

El trabajo silencioso,
la única forma de entenderlo
es disfrutando la circunstancia,
el contexto hablando solo
en el rincón oscuro,
mientras el resto,
todos ellos,
viven el momento.

Se enciende el día,
al día le sigue la idea
de continuar,
el avance, el desarrollo,
quizá conozca la trama,
tal vez fue parte,
alguien debió inventarla.

No hay palabras,
las palabras sobran,
hay que comenzar de nuevo,
descubrir la innovación,
creerse novedad,
abrir el reestreno.

Siempre hay modas vintage,
siempre hay modas retro,
a alguien le gusta mucho
revivir otros momentos.

Si quieres probar lo mismo,
distinto, de nuevo,
¿por qué no?

Disfruta en silencio.