lunes, 13 de agosto de 2018

Porque te hablo

Escribo estas líneas,
donde puedo, donde sé que quedarán,
pierdo todo, desde el recuerdo,
que por perdido ya no es recuerdo,
hasta el sueño, que desaparecido
es insomnio, estar despierto,
seguir de alguna manera
adelante, seguir, continuar,
andar como se anda
por estos lugares,
con la mirada fija
con las ideas distantes
con la cabeza caliente
con los placeres fríos,
sin sueños,
los sueños se pierden
en el último umbral,
pero entonces recuerdas,
nunca existieron
no hay hoy ningún umbral,
solo el deseo de que algo,
aunque sea una parte,
de todo esto sea real.

Y entonces, de pronto,
de golpe, fortuitamente,
de forma imprevista,
intempestivamente,
recuerdas, sueñas,
y todo se vuelve claro,
ese instante contigo ahí,
escuchando,
hablando,
dándole sentido a todo
como siempre,
como nunca,
porque no estás,
aunque estés,
¿quién está?