miércoles, 23 de agosto de 2017

Una historia para dormir

Si te cuento una historia,
sólo será la imaginación,
un momento, pausas largas,
la improvisación:
de que había una vez,
quizá, puede ser,
tal vez pasó algo,
pero ese algo fue importante,
importantísimo,
aunque no quedó registro,
siempre lo más importante,
lo que cambiaría el mundo,
se pierde en la historia,
pero aquellos datos,
los que me aburren,
los duros, se quedan
marcando el momento,
mientras tanto,
ya me he perdido,
para perderte un rato,
y así pienso en eso,
aquello importantísimo.

Probablemente sea
la historia de un amor,
es la única rebeldía,
el único quiebre
de la monotonía del avance,
el mundo sigue,
uno se detiene a amar,
es lo único que cuenta
cuando se acaba el día.

Ahora, una invitación,
había una vez una invitación,
que yo te hice a ti,
tú me dijiste que sí,
y esa invitación era
a ser rebeldes,
da la única manera que se puede.

martes, 22 de agosto de 2017

Palabares

Ocupo palabares para demostrar que tengo habilidades: me comunico con la gente, como hablando, como jugando, pero no haciendo ninguna de las anteriores: ni hablo, ni juego, tampoco me comunico, al final. 
Pero lo importante es intentarlo a la forma propia y personal, la más adecuada a las pretensiones personales. No sé lo que quiero decir, ni lo que debo, pero pretendo siempre un punto intermedio, que se construye pragmáticamente en el proceso.
Nunca defendí la teoría de las cosas sin las cosas, aunque cosa es demasiado tangencial para reunir todo lo que quiero decir en una palabra. La palabra más llena es la nada, porque todo queda vacío en los bordes, donde entra lo que falta y queda simple y solamente esbozado en la nada.
Hago la cascada, y juego de tres, cuatro y cinco al mismo tiempo, puedo hacerlo como con golo y pelota de contacto, puedo intentarlo con otros juegos, pero solo queda en eso: intento y juego. 

viernes, 18 de agosto de 2017

Virtudes y Defectos

La gente cree todo lo que lee porque no lee. Es más simple de lo que parece. La lectura es para un grupo reducido de personas: en la historia la alfabetización aún no se logra completamente y, además, es un proyecto que tiene apenas 2 o 3 siglos de existencia dentro de la larga historia humana (ínfima, si se compara con la de la tierra, pero no es necesario comparar). E incluso con el desarrollo y expansión de la alfabetización, esta alcanzó un nivel netamente funcional y básico en relación de tareas asignadas, para lograr que el trabajador promedio fuese más efectivo, al principio, más eficiente, luego.
La gente cree todo lo que lee porque así está programada. No me extrañaría que un estudio futuro, presente o pasado se dedique especialmente a la memoria cultural en relación a la lectura funcional. El analfabetismo funcional es un problema más grave de lo que parece y, para hacerlo más violento, los que deberían estar encargados de disminuir este problema (que puede explicarse desde los mecanismos de control) se dedican a, simplemente, burlarse o sentirse ofendidos.
La gente lee todo lo que cree. Lo dice la Biblia, ¿o no? No, no lo dice, pero es un ejemplo precioso de esto: la gente lee lo que cree, por lo tanto cree lo que lee. Es así de simple, desechan lo que les parece ajeno a su propia visión, les parece mortalmente aburrido, indeciblemente poco atractivo. Ni siquiera les vale la pena conocer la diferencia.
La gente cree todo lo que lee. Aunque me parece necesario decir que es una generalización. Sé que no son (somos) todos, pero sí es posible que lo sea una mayoría abrumadora.
Y sin embargo, son felices.

miércoles, 9 de agosto de 2017

Limes

Bajo el límite,
es perfecto,
justo ahí,
más abajo,
pasar de largo,
intentar demás
un poco más,
nunca es ideal,
la realidad
es sublime,
también nuestra
imprevisible capacidad.

martes, 8 de agosto de 2017

Intento

La sagacidad del conquistador,
no la he experimentado,
he querido, sí,
no lo niego, ni puedo,
sigo inocente en acción,
aunque la intención vale
otro tanto, similar.

Ha sido la repetición
constante, persistente,
de intentar lograr
lo que no me creo capaz,
como una profecía autocumplida
o un destino prefigurado.

No es el miedo a la soledad,
por el contrario,
la disfruto en su plenitud,
es un reflejo
en mitad de un lago
de una luna, casi llena,
casi vacía,
es otra búsqueda,
la negación del yo,
el probar otra cosa,
distinta de las que conozco.

Y a ti no te conozco.

martes, 1 de agosto de 2017

Otro distinto.

La única forma en que vuelvo a beber, es cuando lo escribo. No lo seguí haciendo mucho tiempo después de haberlo dejado; el cigarro fue distinto, sigo pensando en incluirlo en cada escrito, cada relato, cada idea. No me imagino protagonistas que no fumen, pero quizá no beban, incluso podría ser que nunca lo hayan hecho. Ninguno se me ocurre rehabilitado, aunque mientras lo escribo termina siendo una buena idea, o lo parece de entrada más que al final.
Ni que decir tiene que mis personajes han probado muchas cosas, tratando de jugar, desde la distancia, con las decisiones que tomé yo en cada momento, en un intento de autobiografía libre y sin nombres. Quizá por eso trato de ser tan impersonal y distante, quiero alejarme de mí.
Creo que en la realidad vivo mi vida así, como si no fuesen míos todos estos momentos, como si el error fuese cometido por alguien muy parecido a mí, pero no yo. Otro distinto.
Imagino muchas cosas, toda la imaginación puesta al servicio de pensar y repensar los vicios de las personas comunes y las que no lo son tanto, es difícil pensar en escribir sin escribir. Básicamente se escribe para ser leído o para dejar una huella, un registro. Quizá escribo para leerme, recordarme. Tengo demasiada facilidad en recordar lo que sucede en mi entorno, pero me olvido de mí.
Quizá debería inventarme rivales que me maten.