Humanidades

En la orilla de las ruinas quemadas
yacen las personalidades sucintas
de los anónimos damnificados por los sueños
de otros distintos de ellos,
dejados en el fondo
por las sucintas consciencias,
tan efímeras como importantes,
un grano de arena
comienza el movimiento del suelo,
todo cae, todo se transforma,
lo nimio de su ser manda el cambio,
sin tener sentido el que se esté dando,
la aleatoriedad del poder
es un hecho injustificable,
¿es, quizá porque todos somos iguales?
ante esa igualdad tendría sentido,
el problema que surge es que no lo somos,
solo somos lo que somos,
más allá de la nimiedad
que es la humanidad ante todo el resto
de partes en el universo,
y aunque el gran panorama nos haga ver
como puntos al azar sobre el lienzo,
somos distintos, aunque indistinguibles
cuando miramos desde arriba,
desde lejos, más allá del cielo,
pero es así que un punto
apaga a otros puntos,
absorbiéndolos en el silencio
del lienzo nocturno,
puntos sin leyenda para recordarnos,
siquiera, un nombre para hacerle distinto.

Vías Inconclusas

Pena, alegría, tristeza,
angustia, nervios, enojo,
molestia,
todos tenemos trayectorias,
todas distintas entre ellas,
a veces chocan,
solo para comenzar a alejarse,
aunque se quiera forzar,
la intersección es momentánea,
me encantaría que,
en un encuentro fortuito,
de las lineas paralelas
que son nuestras vidas,
nos riésemos de lo que sucedió,
de cómo pasó todo,
por lo que estamos ahora así,
tranquilamente así,
me encantaría que,
en un encuentro fortuito,
volviera aquel que llamé hermano,
para volver a serlo,
compartiendo un trago,
que también comparta el humo,
y la melancolía de todo aquello
que nos trajo hasta acá,
me encantaría que,
en un encuentro fortuito,
me aparezca a mí mismo,
como un fantasma de la decisión
que dejé de lado por estar aquí,
a abrazarme, a apretarme la mano
a contarme que no es mejor,
solo es distinto.

Que la vida siga su ritmo,
el destino es lo que vendrá,
y no se predispone a nada,
solo a ser lo que tiene que ser,
y no sé bien que es.

Al final del día no importa,
porque en ese momento
el día ya ha finalizado.

Matiz

El silencio es desinterés,
las palabras son excesos,
las preguntas son límites,
las sonrisas un afán lejano,
el intercambio no es justo,
y la falta de él tampoco,
abruman los juegos de palabras,
también brillan cuando faltan,
excitan al alma la calma
y la adrenalina exagerada,
la noche es blanca y negra,
el día colorido y brillante,
los opacos solo juegan sombras
las luces juegan a ratos
entre las garras de la oscuridad,
todo es tan extremo,
pero nada es tan claro,
como lo es en sí mismo,
con el tiempo el negro
empieza a ser gris,
distintos tipos de gris,
la matriz es a veces un final,
la veta es impura, multicolor,
comedia, drama y tragedia,
iridiscente como el frío,
cuando se comienza a calentar,
la concreta voz del silencio
nos lleva a trabajar por mejorar,
y la noche nos devuelve
como trago insípido de tiempo.

Persistencia del Frío

Me muero del deseo
por encontrar una excusa,
no, no es la idea para hacerlo
lo que se me escapa de las manos,
el punto inflexible de todo es,
sin lugar a duda alguna,
mi capacidad de llevarla a cabo,
porque ideas tengo, quizá me sobren,
sin poner en duda la seguridad
me pregunto por la confianza,
cualquier plan de acción debe ser medido,
las palabras melosas deben ir fuera,
debo tirar un anzuelo sublime,
a la altura de las circunstancias,
que están totalmente fuera de mis manos,
mi boca no está controlada,
mis ojos solo te encuentran
a un lado de golpe,
más cerca de la ventana,
pero muy lejos aún,
solo un simple reflejo lejano,
que me muestra saludando,
cordial y pensativo,
mientras en mis pasos se confunden,
realidad y ficción,
idea, proyección y consecución,
pasivo y activo a la vez,
sin congruencia alguna,
ni saludo que me una al final del viaje,
cuando ya no queda más viaje,
la seda se enreda en la tierra,
se pierde en la penumbra,
y soy capturado por la noche.

Artista

No quiero perder ni ganar,
no acepto tu regalo,
tampoco te daré nada,
mantengamos el estado normal,
seamos iguales en nuestra distinción,
miremos a la gente pasar,
si quieres estar cerca
no te puedo echar,
la verdad sea dicha, es así,
no, no comentes,
estoy escribiendo,
escribiéndote, de hecho,
pero no te estoy pidiendo
que seas parte de esto,
puedes ser tú sin serlo,
si quieres mirar
no te puedo quitar los ojos,
pero no te acerques mucho
y no me hables demasiado,
quiero conservar esta imagen,
nítida y precisa
en los trazos temblorosos
que te dan mis manos,
pero no te muevas,
no te acerques,
no me hables,
mantén la distancia de un trazo,
no sobrepases el limite,
hemos de estar lejos
si queremos seguir cerca.

Nostalgia del Silencio

Ya pasó mucho tiempo
desde la llegada de los usurpadores del silencio,
no se recuerda la forma antigua,
su dominio ha quedado establecido,
siendo inamovible de nuestros terrenos,
el silencio ha perdido mucho terreno,
solo quedando los últimos vestigios
de los suspiros nostálgicos de esos días,
el símbolo del dedo índice frente a los labios,
tocándolos suavemente, con el ceño levantado,
ya no es más que un recuerdo pasajero,
éramos todo lectura y movimientos sublimes,
la aspiración del caos ordenado de la tierra
en una respiración profunda, muy profunda,
nos ayudaba a armonizar,
volvernos unos con el silencio exterior,
todo era tan pacífico,
subsumiendo tantas palabras no dichas,
pero representadas en cada acción,
en cada gesto que fluye de las manos
hasta romper contra la roca madre de la calma.

El impresionante ímpetu del ruido
ha logrado callar demasiados silencios,
si bien es admirable tanto brío,
la conquista nos ha llevado a no escucharnos,
el ruido se ha vertido en cada hogar,
como lluvia torrencial e imperecedera,
hasta crear un silencio simbólico,
bajo los altos volúmenes del día,
cubierto a los ojos desnudos,
y este silencio ya no nos comunica nada,
trayendo ahora solo una soledad congénita.

Profeta

Puede ser una batalla interna

en que un tercero alevoso 

impregne el cuchillo con rabia

y lo clave con furia por la espalda,

mientras puedes cortar sin hacer daño,

la embrutecida mano desde adentro

va probando las más tiernas sensibilidades,

la presura que hay en sus movimientos

placen las dulces ideas sobre el error,

del error por descuido momentáneo,

rasgando el manifiesto de la vida,

mientras se derrama el mejor vino,

el más especiado, el más preciado,

en las bocas insaciables y silenciadas

del polvo y sus ancestros.

El cuchillo interactúa con la carne,

el interior lo hace con el aire,

se vuelve contradictorio respirar,

el cuerno de la abundancia
proveerá a sus creyentes
con el licor de sus entrañas,
los fieles se regocijarán pronto,
evangelizando poco a poco
la tierra a sus pies, al viento,
al mar de los ligeros perdidos,
los que rompen contra las rocas también,
profetas de una deuda nueva,
con otro señor que vierta su pena,
su soledad, su nostalgia,
su vacío inconcluso entre las piedras,
entre las costillas,
para alimentar a una bestia nueva.

Cuerda

El amarre empieza
apresando las manos,
continúa con tus pies,
se asegura la inmovilidad,
se van rodeando el pecho,
los muslos, el cuello,
se definen las zonas sensibles,
estableciendo las limitaciones,
para conocer las libertades,
la venda es opcional,
en este punto, o en cualquiera,
pero totalmente recomendable,
aplacar la vista para liberar al ser,
del mismo modo la mordaza
entrega la posibilidad similar
de erradicar cualquier queja,
robarle su humanidad.

El último amarre es crucial,
amarrar su vida con la tuya,
en la mirada profunda,
en un beso mudo,
la mirada arrastra todo,
los labios deben ser silenciados,
ya nunca más necesitarás palabras,
te has domesticado el alma,
tienes contigo el control
y su consciente debilidad.

Jamás serás mía,
a pesar de esta presa,
solo puedes ser de la cuerda
y este momento,
solo un intento pasajero
de subir las cimas del placer
en las caídas perpetuas
de los secretos subyacientes
en las sublimes marcas de tu piel.

La noche ya se ha consumido,
y la vela ha dado paso al sol.

Revitalizar

Soy forastero en los recuerdos

que he guardado de nosotros,

extraño los sufrimientos mutuos,

las memorias que creamos

mientras conversamos, ensoñados,

ahora todo se ha vuelto fugaz,

se disuelven los pensamientos

entre las persianas del tiempo,

que ha pasado sumamente rápido

por el lado mío,

entre las rendijas de mi ventana,

donde pasa el único aire que respirar,

mas no pasa algo más,

no sucede nada en mi habitación.

Soy extranjero de mi creación,

exiliado de mi propia idea,

ante la velocidad del sueño,

no hay identificación que valga,

por mucho que abrace la partida,

se ha ido, como un deseo mío,

culpa del caos abstinente,

mi honestidad tuvo mucho de honesta,

pero el cambio le afecta,

se ha vuelto temblorosa 

ante la luz del sol, 

tu voz es solo una ilusión,

tus palabras distancia,

puestas una tras otra,

como una enorme línea

que nos separa del punto mismo

donde el encuentro es posible,

como caricia mesurada del destino,

pero solo son reminiscencias,

nostalgias del futuro.

La compañía gusta hasta que duele,
y duele cuando desaparece.
Amiga mía.

Despertares

Me desperté con la suave
brisa de un vendaval,
me arrellané en la cama,
colchón de paja
y volví a dormir.

Me desperté por segunda vez
con el frío de un abrazo apretado,
entre los brazos de un desconocido,
bajo la tenue luz del mediodía,
me calienta la cabeza,
será mejor esconderse de nuevo,
y volví a dormir.

Me desperté nuevamente
por la voz de un vendedor de ilusión,
permutando mi fe por salvación,
golpeaba interesado en mi respuesta,
tocaba el timbre con exceso,
apague el sonido,
el sol me mira directo,
observador en serio escrutinio,
cerré la cortina de flores secas
y volví a dormir.

Me desperté una vez más
sin luz, sin calidez,
solo me desperté,
con la una en la cabeza,
el vestigio de una religión muerta,
estoy despierto
cuando las aves no cantan, acechan,
atentas al movimiento fugaz
de una presa cercana,
cuando la vida tiene sentido
en el miedo a la oscuridad.

Amarillo

Entre el hedonismo y la anhedonía,
el mundo actual no conoce el tibio,
aunque es una búsqueda corriente,
pura y silvestre de todos,
la vocación extremista del estar,
desequilibra al ser,
quitándole su centro,
la perfecta tranquilidad
se desvanece en el absoluto centro,
donde las brumas esconden la luz,
el calor quema,
el frío quema,
no hay luz para nada,
la obstinado de las sombras,
vivimos en el limbo de no tenerlo,
sin matices solo hay juegos de luces,
y los juegos de luces anquilosan todo
cuando no es para el cine,
el degradé de los sueños
es tan ínfimo sin colores,
la posibilidad de lo posible
se bifurca y solo se bifurca,
mientras el aburrimiento
puede ser también lo contrario
de la entretención y el divertimento,
no solo aburrimiento por sí mismo,
y la vida no está completa
sin ese espacio intermedio,
el punto donde no hay reyes ni reinos.

Fuga de Luz

La fuga como recurso,
parte con una planificación,
continúa con la seguridad de actuar,
que es siempre insegura,
sigue la acción de la fuga,
llevar a cabo el plan,
rompiéndolo en algún instante,
perdiendo todo el esquema,
y notar que es más un rapto a sí mismo,
la manipulación de la persona por la persona,
para que la gente se crea un cuento chino,
tan impreciso como puede serlo,
el final siempre es inestable,
el camino, profundamente desconocido,
las barandas son una suerte de ingenio,
superchería supuesta del plan,
el esquema difuminado con el humo
del cigarro que se va quemando
mientras, en silencio, voy caminando,
lo infructuoso de la fuga,
y lo productivo del auto-engaño,
por lo tanto la fuga por fuga no es fuga,
solo es un grito desesperado
que triza las cadenas,
y te deja una pregunta zumbando,
chocando con la ventana,
muriendo en la luz...
¿Recuerdas por qué querías irte?

Empatía

Yo vi la muerte con sus ojos
y no era malo lo que aparecía,
era, por el contrario, hermoso,
bello, estéticamente preciso,
los vástagos de la empatía por el dolor,
retazos de ese placer,
sombras perseguidas por la gente,
el entendimiento no es necesario,
tampoco búsqueda,
la pérdida de las tramas
es solo la excusa para otras nuevas,
nuevos motivos, nuevas formas,
el complot inaugural para probar
hasta donde llegan el deseo,
simpatía por el silencio,
el problema del parecido
entre el cazador y la presa,
del observador que quiere ser ambos,
que disfruta siendo ambos,
prepara el arma y la usa,
un silencio mortal lo abraza,
simpatía por la soledad,
mientras las sombras se alargan,
veía como el lápiz rasgaba el papel,
observaba en silencio las heridas,
cada mensaje que ellas decían,
tanta paz traída por el creador.

Carta Cerrada

Te escribo estas lineas para que sepas qué es de mí, y eso no es mucho.
Me disculpo por la falta de sello y de dirección, de hecho, la vine a dejar yo mismo a tu correo, pero no creo que te afecte mayormente.
Llegué a un lugar del que el nombre no es importante y me dediqué por medio a barrer la misma calle con mis zapatos, en especial debajo de mi cama, guardando lo que parece útil para más rato, como siempre hice, uno no sabe el futuro y las vueltas de la vida. Mi cama no es la más cómoda del mundo, pero cumple su función, aunque no era esa su función primaria, ahora la cumple con creces y sus respectivas distancias.
Las frazadas son tiesas, al igual que las sábanas, pero a estas alturas todo eso tiene sentido, el descanso es siempre un premio para el trabajo del día. ¿Recuerdas que quería ser escritor? estoy más cerca cada día de cumplirlo, me dediqué a escribir en publicidad de diferentes productos (ya sabes, hay que reciclar) mis distintos escritos y los entregué a cada uno de los que veía pasar por mi calle, como un panfleto de un partido político, pero sin política ni partido. La gente lo lee, de verdad que lo hace, no hay nada que me haga sentir mejor que eso, aunque al principio desconfían un poco, verás que es porque me dejé esta barba tan larga y el pelo todo desgreñado, pero la gente aprecia el arte, mi arte personal. No he pasado tanta hambre, si bien es difícil encontrar comida, la gente siempre es generosa con gente como yo, no todos, pero varios lo hacen.
Si quieres venir a verme, pues me encontrarás por acá, mi casa es de madera y está pintada de verde.

Se despide atentamente y con un abrazo apretado, tu hijo.

Espacios y Habitaciones

Mi espacio es solo un vacío,
yo no lo soy,
lo es el lugar que habito,
silencioso, solitario,
así es, no de otra manera,
no ocupo lugar en ese espacio,
porque ese espacio
no se puede ocupar,
yo solo estoy en él,
como lo haría un paría,
como lo hacen las piedras,
aunque ellas sí imponen presencia,
puede que también lo haga,
pero no es lo mismo,
mi presencia no ocupa espacio,
no ocupa aire, no respira,
mi estancia es pasajera,
es reductible, limitada,
mi estancia no es habitación,
y la habitación tampoco lo es,
entre ambos, yo vuelo,
radicado a la paz de la nada,
y no estoy jamás en ella,
en ninguna de ellas,
solo le doy soledad a la soledad,
silencio al silencio,
acciones fútiles, si se piensan.

El Paraíso de Ensueño

Tras seguir las flechas de neón,
bajó un cartel olvidado por la mano de dios,
se encuentra el paraíso en la tierra,
al entrar uno se da cuenta,
las mujeres aquí son pura sonrisa,

los hombres son solo risa,

están contentos de gastar

sus vidas por unas horas,

por unos cuantos pesos,

por unas cuantas canas en el viento,

mesas desperdigadas

alrededor de un asta

donde se iza la ropa interior

como única bandera permitida,

única bandera movilizadora,

mientras suenan los compases

sensuales de un saxofón,

únicos himnos que levantan,

tanto de sus asientos a los parroquianos,

como de su sueño a sus amiguitos,

mientras van marchando,

una por una, las piernas carismáticas,

con tanto ritmo como disciplina,

mientras los abúlicos corazones

empiezan a sentir un escalofrío,

aquí todos viven la relación prohibida

entre el amor y el odio,

amarse a sí mismo 

y odiarse a la vez

por estar amarrados al lugar,

darse el placer, recibir el placer,

aguantar el placer, no sentir placer,

todos quieren escapar,

pero la salida, como la entrada,

tiene su precio.

Creador

La mano que escribe,
los trazos que hace,
las palabras que dice,
las tramas que crea,
no definen el rostro del escritor,
se acercan a sus maquinaciones,
pero no responden a sus gestos,
nadie se imagina la mano,
solo sus producciones,
la insolente creación
que supera al creador
para ser libre de sí misma,
y amarra sus repercusiones
a la silla del escritorio
de un escritor sin nombre,
solo los que le dan sus personajes,
fríos y consistentes,
posibles por sí mismos,
más allá de la inventiva
de un señor con bigote
o una señorita de pelo largo,
las palabras le hacen trampa
y lo desligan de ellas,
excepto de sus consecuencias,
culpas del desenfreno,
de la ilimitada posibilidad del sueño
y sus vástagos rutilantes.

Buenas Noches

No llores, cariño,
no es necesario ahora,
solo es una despedida más,
esos espasmos sobran,
a esta hora es tarde pensar,
pedir perdón, volver atrás,
como siempre dije estos son
"los costes de oportunidad",
buscas algo, pierdes otra cosa,
lo que no quieres tanto,
lo que no sabes que quieres,
pero es preferible así,
todo tiempo pasado fue mejor,
fue mejor así, cariño,
lo es ahora y será después,
quizá es una despedida espontánea,
que solo nace una vez,
nace de una vez,
una frase, coma, con tu nombre,
has sabido siempre que es así,
la calidez puede ser fría,
la candidez puede serlo también,
no busques culpables, cariño,
el tiempo pasa
y a cada segundo tiene menos sentido,
cuéntame un secreto al oído,
un adiós secreto al oído,
una despedida en código,
con sentido, sueño y sentimiento,
el beso en la mejilla es el sello,
no hay vuelta ya.

Mi Paz

Tras subir cerros
y bajar escaleras,
tras correr, saltar,
sonreír mi propio dolor,
puedo saber que doleré,
doleré mucho, señor por dios,
podré ser quemado en la hoguera
y me placeré en el intento,
podré ser asesinado socialmente
y no importará demasiado,
me preocupa más lo que quieras,
ya da igual quienes somos,
es tarde para darnos nombres,
para ponernos adjetivos,
somos los que somos,
jugamos este juego,
querémoslo así,
probamos y nos gustó,
ya es tarde para dar la vuelta,
si quemarme quieren,
pues que lo hagan,
y con gusto placeré,
moriré con una sonrisa,
con las manos limpias,
con la claridad del deseo,
con la mente calmada,
me llevaré un recuerdo,
el tuyo antes de desaparecerte
entre las llamas silbantes
y los juicios derramados
por ser libres te libero,
me sacrifico porque puedo hacerlo,
continúa buscando lo que quieres,
yo ya puedo irme tranquilo,
sabes que puedes tomar mi corazón
y destrozarlo.