lunes, 17 de diciembre de 2018

Entradas, Salidas

Me extraño, me encuentro.

¿Quién soy, para dónde voy?

La ciudad comienza al final del camino de piedrecillas que discurre mi patio lleno de malezas y plantas a medio cuidar, a medio vivir. La media vida es la media muerte. Muerte a medias, muerte apenas, muerte a penas. Las piedras del camino no tienen vida y lo que no tiene vida cumple funciones de registro, construcción y avance. Las piedras no saben, no aprenden, duelen y no saben doler.
La ciudad es el camino, lo continúa. Cuando hablé del final, nunca existió un final, son las marcas que nos ayudan a entender los espacios infinitos que nuestra mente no puede terminar de entender. En algún punto lo obvio se volvió obviable, dejo de encontrar un espacio a la consciencia y se perdió en los profundos recovecos de la existencia,
Olvidamos que nada era obvio, en especial el principio y el fin, la subsistencia y la vida. Entonces, cuando la vida se acaba, empieza otra, todo sigue su curso, el tiempo su flujo; no hay pausas, ni las queremos. Nada ni nadie espera por ti.

Nunca estuvimos encerrados en un laberinto.

Las rejas las pusimos para que nadie entrara.

Nadie pudo salir.

domingo, 9 de diciembre de 2018

El Cielo Invertido

En el cielo,
al final del cielo,
donde comienza el ciclo,
el círculo, la esfera,
ahí donde acaba el principio,
seguido del medio,
antes del final,
donde termina de existir,
cupe la duda,
como si ese espacio
fuese de ella,
pensado para ella,
desde el mismísimo inicio,
el principio,
aquel espacio
de la primera revolución.

La vida.

Concepto novedoso,
concepto entre conceptos,
movimiento e inercia,
siempre en ese orden;
lo que se viene,
lo que siempre ha estado,
lo que ya no vendrá,
lo que estuvo y no estará.

Cuando todo deje de girar,
las palabras no se refieran a nada
y los hablantes no existan,
ni los pensamientos,
solo quedará el silencio,
cuando no haya nadie para recordar,
recordaremos que somos pequeños.

Cemento y Piedra

Dejaron de funcionar las teclas,
se acabó a cuerda,
se apagó la pantalla
(cuan dependiente somos
de los pedazos de plástico
que nos rodean todo el día),
los sueños se durmieron,
despertaron, a las seis AM
se vieron imposibles
en los vidrios pulidos
del primer piso del edificio
donde está el cubículo
en el que está destinado a morir.

Se terminó el ulular
de aquel pájaro,
solitario en el árbol
que crecía junto a la ventana,
no aguantó más a la ciudad,
a pesar de que ella esperaba,
la piedra y el cemento
saber seguir esperando,
debe haber muerto,
la ciudad lo mata todo,
digiere lentamente
sus huesos, su carne,
solo queda el deshecho,
la escoria más dura.

No quedan dibujos
ni ideas, ni defectos,
ni bocetos, intentos,
fallos, errores;
silencios, siguen
a la felicitación,
son parte de la bocina,
de la radio, la risa estridente,
los gritos furiosos,
la tele, la música, el altavoz,
son silencios,
o intentan ocultarlo,
tienen miedo,
saben que están solos,
saben que todo está listo,
no hay mucho que hacer,
no se puede equivocar,
hagan lo que hagan.

Y lo intentan,

hasta parece que lo logran,

pero la rebeldía simple y solitaria

nunca pudo con el sistema.

viernes, 7 de diciembre de 2018

Segundos lugares

Quiero ser fuerte.

Nada más existe,
nada más importa,
miles de millones de años
de evolución, tecnología,
sentimientos, poesía,
lengua y literatura,
números y sistemas,
pero aún la fuerza
construye el mérito.

Tengo una fuerza
distinta y diferente,
que viene del interior,
lo más profundo de mi ser,
en el centro, atrás,
al lado,
imposible de ver,
que me permite comprender
mi vida, mis sueños,
y al resto.

Tan fácil era antes,
todo sigue igual,
pero he tenido que desnudarme
tantas veces
y por tantos motivos
que ya no parezco
tener intimidad.

Mi intimidad es compartida,
mi miedo es el de todos,
mis palabras no son mías
y mis sueños los eligieron,
ellos, los que eligen.

No importa,
nunca busque ser único,
ya pasé lo de ser especial,
simplemente ser,
conocerme y seguir,
tomarlo todo,
escuchar y esperar.

Todo es más claro
visto desde el segundo lugar.

lunes, 3 de diciembre de 2018

Disfruta en silencio

Aún se puede continua,
de un momento a otro
la flama inunda de luz
la habitación completa.

El trabajo silencioso,
la única forma de entenderlo
es disfrutando la circunstancia,
el contexto hablando solo
en el rincón oscuro,
mientras el resto,
todos ellos,
viven el momento.

Se enciende el día,
al día le sigue la idea
de continuar,
el avance, el desarrollo,
quizá conozca la trama,
tal vez fue parte,
alguien debió inventarla.

No hay palabras,
las palabras sobran,
hay que comenzar de nuevo,
descubrir la innovación,
creerse novedad,
abrir el reestreno.

Siempre hay modas vintage,
siempre hay modas retro,
a alguien le gusta mucho
revivir otros momentos.

Si quieres probar lo mismo,
distinto, de nuevo,
¿por qué no?

Disfruta en silencio.

viernes, 2 de noviembre de 2018

El cine

No, no puedes explicarlo, jamás se ha podido y eso no cambiará ahora. Toda emoción va de la mano con sensaciones físicas que no puedes explicar; deseos y fantasías que surgen de las formas en que la sociedad nos ha moldeado; pensamientos que revuelven todo aquello que parece tan lógico y lo convierten en algo inexplicable. ¿Ves? Inexplicable.
No voy a darte las respuestas a tus preguntas, porque no las tengo. Para cada uno las respuestas son únicas y diferentes, por eso hay gente tan loca y nosotros, tan locos, incapaces de responder a las preguntas más simples. Aunque tengo problemas con eso de ser únicas y diferentes, siento que hemos sido por años formados por lo que vemos en las películas, definiendo muchas de nuestras imaginaciones y fantasías.
Aprendí a besar viendo películas, quizá lo hago mal, tal vez no se nota porque la otra persona aprendió con el mismo material. Tengo la certeza irreductible de que lo hago bien, aunque he tenido algunos contraejemplos que asocio a las circunstancias más que a mi habilidad. No importa en realidad este tema más que como un anecdotario simpático.
Aprendí a tocar viendo otras películas, menos institucionalizadas, pero solo un poco menos accesibles que las que me enseñaron a besar. No puedo decir que haya sido un aprendizaje fructífero, pero me mantuvo más atento que cualquier profesor o video instructivo. No sé, siquiera, si he aprendido algo, solo sé que sí he aprehendido algo.
Aprendí a relacionarme y a coquetear con las películas que fui viendo al crecer, con las series que veían mi madre y mis abuelas a la hora de once, tomando té cuando llegaba del colegio y no existía la jornada escolar completa. Familia de clase media, veíamos el canal católico con sus importaciones brasileñas y sus creaciones difusas entre el imposible y lo muy chileno, pero no tanto como para ser roto. Vi en los galanes los mejores ejemplos de como verme y como no ser. Aprendí bien y el tiempo dio sus frutos.
Las películas de este bloque pasaron de ser un ejemplo de acción a temas de conversación, me enamoré de haberme dado cuenta cómo me moldearon las cosas que vi y, por lo mismo, sentí que era necesario analizar más lo que veía y comprender más lo que hacía. Me llamó el cine y yo fui con mis pocas herramientas, aprendiendo en el camino y buscando uno que otro maestro al que pudiese respetar. Aprendí palabras y formas. Comprendí.
En un momento todos queremos parecer únicos y especiales, cuando construimos nuestra identidad en la adolescencia o en en el proceso más tardío que otros tienen al respecto. No lo sé muy bien, no creo que yo haya sobrevivido indemne a ese periodo, quizá aún lo vivo. Sé bien que no sé quién soy, y eso me da una ventaja comparativa al seguir reflexionándome e intentar mantenerme estable. No importa, creo que es hora de ver una película y ser todo ojos, oídos e ideas

domingo, 28 de octubre de 2018

Recepción y estadía

La puerta está entreabierta,
siempre lo estuvo,
en mis manos quedó el pomo,
no estaba frío como debería,
ardía con deseo,
llamaba a la prontitud,
dolía en los dedos,
dejó una marca, un recuerdo.

Tomé el borde,
con levedad y delicadeza,
los bordes siempre son el
punto de intercambio,
el espacio para la relación,
donde pido
y alguien más pide,
se fijan las apuestas,
a veces quiero y otras puedo,
casi nunca son las dos.

Tomé el borde y pasé la hoja,
una resistencia,
estaba entreabierta,
cede tan rápido que no parece,
surge la duda, crece,
desaparece.

No hay duda,
me espera lo que viene,
yo no puedo esperar.

Entro y la oscuridad es húmeda,
me detengo y la vida es húmeda,
continúo y los pasos son húmedos,
avanzo y las marcas en la madera son húmedas,
soy recibido y la recepción es húmeda.

Pero es el lugar el que me recibe,
no está ocupada, pero lo parece.
se siente mía, pero no lo es,
me relajo, no,
no lo hago, no puedo,
cruje. yo exhalo,
no sé que hago adentro,
pero sé que no quiero salir.

jueves, 18 de octubre de 2018

El pensamiento.

Mañana será otro día,
mañana es el principio,
después de la madrugada,
principio es el inicio,
principio es el punto de partida
para todo lo que vendrá después,
aunque no es más que una marca,
una muesca para recordar
donde ya estuvimos
y no perdernos en el bosque.

El bosque es enorme,
lleno de hojas secas,
de raíces sobresalientes,
del haz de luz que se retuerce
para rozar mi piel,
rozar el piso, tocar el suelo,
alimentar los vástagos de
los árboles que viven hace
mil años de hombre antes del hombre.

El bosque es inabarcable.

Solo se puede abarcar como un
potencial de idea,
el mar en el vaso,
el pequeño ser en el vasto infinito
de la limitada capacidad de imaginar.

Soy mi silencio
y todo lo que callo,
para decirlo mañana,
cuando comienza todo,
como en un recuerdo
donde ya empezó.

martes, 16 de octubre de 2018

Sobre la Novedad

Que lo nuevo es nuevo,
y por nuevo es bueno,
lo dudo,
con la profundidad de
la certeza de la zona de confort.

Algo en la novedad,
de la que me he quejado,
por ser más utilizada en mi contra
que en favor mío,
me ha mantenido en vilo,
dudando de mis verdades,
menos ciertas hoy,
que me miro,
que te miro,
y no me reconozco,
renegando de lo que fue mío,
sin serlo,
porque nada es mío,
ni siquiera los principios
que me poseen
y yo no a ellos,
gracias por venir
a ver este desorden
que me has dejado
guardado bajo la alfombra,
entre los polvos
barridos por años,
ocultos como recuerdos
que se deben tener,
pero no encontrar seguido,
aquello que se teme,
y yo le temo a lo nuevo,
más que a todo lo viejo,
le temo a tus demonios
mucho más que a los míos,
aunque le temo a la reacción
que pueden tener los míos,
pues es lo único que poseo.

Mis demonios.

Nada más.

sábado, 29 de septiembre de 2018

La palabra escrita

El mayor temor por la permanencia es, sin duda, también el mayor placer para mí.
Porque muchas veces busco quedarme, sentir que estoy y sigo estando, y que podré ser encontrado entre mis palabras, las letras que se van guardando a medida que acepto su entrada al mundo, presentándolas en sociedad en base a su lectura, Todo proceso de escritura está, además, basado en su complemento directo, que es la lectura, y por consiguiente lo escrito está hecho para leerse.
Le temo a lo que escribo y me tomo con más libertad la palabra dicha, aunque creo que todo lo dicho ha nacido para ser escuchado y en este proceso se esconden suficientes promesas para una o dos vidas. La palabra empeñada siempre es escrita, aunque no siempre dicha, y la tinta muerta no existe en mi vida. Solo tengo la inmanencia de mi cuerpo y sus vestigios, y las letras se han convertido lentamente en esto.
No pretendo ser majadero, aunque me gusta cuando se juega con la repetición, a nivel rítmico me libera de buscar sentidos más preciosos que los sentidos que entrega la palabra misma, misma. A veces siento que suena tan bien y tiene un significado tan profundo lo poco que digo; a veces siento que hablo demasiado y sin sentido. Las palabras son una duda constante llena de seguridad, y al plasmarlas sobre el material que sea nos queda un recordatorio de nuestra propia necesidad de permanecer.

lunes, 13 de agosto de 2018

Porque te hablo

Escribo estas líneas,
donde puedo, donde sé que quedarán,
pierdo todo, desde el recuerdo,
que por perdido ya no es recuerdo,
hasta el sueño, que desaparecido
es insomnio, estar despierto,
seguir de alguna manera
adelante, seguir, continuar,
andar como se anda
por estos lugares,
con la mirada fija
con las ideas distantes
con la cabeza caliente
con los placeres fríos,
sin sueños,
los sueños se pierden
en el último umbral,
pero entonces recuerdas,
nunca existieron
no hay hoy ningún umbral,
solo el deseo de que algo,
aunque sea una parte,
de todo esto sea real.

Y entonces, de pronto,
de golpe, fortuitamente,
de forma imprevista,
intempestivamente,
recuerdas, sueñas,
y todo se vuelve claro,
ese instante contigo ahí,
escuchando,
hablando,
dándole sentido a todo
como siempre,
como nunca,
porque no estás,
aunque estés,
¿quién está?

lunes, 23 de julio de 2018

Sobre escribir

El otro día vi a la tía Ana Catalina. Le sigo diciendo tía, aunque no es familiar mío; era la costumbre escolar de aquellos años, que se ha mantenido en algunos lugares, de llamar a sus profesores como un componente cercano (aunque externo al núcleo clásico) de la familia. Yo creo que ella no sabe lo importante que fue para mí, y hasta este instante ni yo lo tenía muy claro, al enseñarme a leer y escribir hace ya muchos años. No conozco sus motivaciones para elegir la profesión de profesora, en especial dedicada a los niños más pequeños dentro del sistema escolar tras los años de transición (que en esos años no se llamaban así).
Espero, y este es un gran deseo si pensamos en mi elección vocacional, que ella haya preferido esta carrera por sobre muchas otras para poder entregar las valiosas herramientas con las que ahora muchos de los que estuvimos una temporada a su cuidado podemos construir. No sé si todos nosotros, mi generación y las otras que tuvo a su cargo, están utilizando estas herramientas; mucho menos si estas construcciones que arman con ellas son positivas para el mundo; incluso, ni siquiera sé si todos están vivos o si ella los ha sobrevivido.
Pero yo, con mi juventud a cuestas y con la vista puesta en las más grandes metas que mi mente puede imaginar, agradezco profundamente lo que ella hizo por mí. Si no supiese escribir, no podría pensar esto como lo hago, y no me imagino ninguna otra forma en la que poder pensarlo. Amarrado a las explicaciones con figuras basadas en lineas lo más rectas posibles para mis manos poco seguras, me sentiría perdido en los vericuetos caminos del pensamiento.
La manzana era roja, el árbol verde y marrón. Los sellos inquebrantables de las discusiones educativas que definen las formas y los contenidos quedan al margen, a pesar de poder criticar las estructuras de aquel fantasma invisible que llamamos "sistema". La escuela es un medio para el Estado-Nación y la educación no es un fin en sí mismo, incluso para los más creyentes en la labor docente. Porque el conocimiento implica acción; y la acción, movimiento; y la acción, reacción.
Aprendí muchas cosas en ese tiempo, del que guardo pocos recuerdos convencionales. No es intención mía pensar ahora en cambiar la educación para mejorarla (entendiendo el ahora como este trozo de internet del que me apropio de forma intelectual y elusiva), sino que me importa mencionar. por sobre todo, sería una persona absolutamente distinta si hace casi veinte años alguien no me hubiese enseñado a leer y escribir.
Ambas acciones se han vuelto con el tiempo definitorias y definitivas para establecer las más importantes cualidades de mi identidad. Soy el que soy por lo que me han hecho a través del tiempo. No es una queja: ante todo, es un hecho, que muchas veces veo de forma negativa, pero que hoy lo esbozo con profundo agradecimiento.

martes, 22 de mayo de 2018

Las Preguntas

La alienación,
la enajenación,
la negación del yo,
qué es ser yo?
finalmente
una canción triste
llena de nostalgia,
nada de resentimiento,
no alcanza para eso.

No tengo espacio
para decir lo que quiero,
porque no me lo he dado,
no voy a culpar a terceros.

No tengo el ritmo
porque no me lo he dado,
nadie me lo ha dado,
sigo como un niño
corriendo tras la pelota
sin un lugar en la cancha,
toda la vida dando las cachas.

Nadie enseña a respirar.

Me quejo de nuevo,
qué me pasó de nuevo?
cuándo crecimos, weón?
qué chucha, por la cresta,
dónde mierda se quedó mi tiempo?

Ya nadie quiere ser astronauta
y miran con cara de mierda
cuando alguien dice que va a ser profe;
en qué momento todos
conocieron lo que es ser ingeniero?

Me despierto otro día
sin ser yo,
cuándo he sido yo?

viernes, 11 de mayo de 2018

Símbolos

Ciertamente la vida debe ser muy distinta de la muerte.

O no?

Gastamos dudas enormes en milimétricas objeciones a la vida, a la justicia, a cada simple hecho que se antoja insalvable en las manos. Criticado y juzgado. El mundo debe tener una gran tolerancia a la frustración.

Amar debe ser muy distinto del amor.

Nunca he visto al amor pasar y, sin embargo, tratamos día a día de concretar una abstracción. ¿Cuál es la forma del amor?

Está siendo injusto.

El ser mismo, la quid de la cuestión, no sé lo que es justicia, aunque la siento cuando no parece estar.

Corazones, balanzas, mujeres vendadas. La parte simbólica de nuestras creencias son, francamente, la imaginería más fuerte y la creatividad más peculiar de el ser una humano.

Pero seguimos incapaces de enfrentar la realidad, aunque la pedimos.

lunes, 7 de mayo de 2018

Insomnio

Las persianas se abren
a la oscuridad infinita,
esperando volver 
a mostrar algo,
lo que sea que haya,
aunque no eso,
que se acerca,
una mancha gris 
en el negro absoluto.

Es de noche,
todas las noches,

Todos los días es de noche,
toda la noche.

Es, quizá,
la certeza más clara,
y que, por obvia,
pasa de largo,
como tantas otras
certezas menos ciertas.

La noche continúa al día,
y viceversa,
hasta el fin del sol,
que se va a apagando.

Las voces vuelven a hablar,
piden siempre un sacrificio,
el mismo de siempre,
el sueño
para alargar la vida.

miércoles, 2 de mayo de 2018

Hay que hacer algo

El silencio ya no es una opción.

Grita, habla, murmura,
susurra, impreca,
putea, balbucea.

Comunica.

En todos los silencios
hay demasiadas ideas,
lo que queda por decir
debe ser dicho,
a veces.

Nos acostumbramos
a guardar todo,
a normalizar todo,
en ese gran salón infinito
donde las memorias
se terminan perdiendo,
y dejan de ser memorias.

Hay que hacer ruido,
hay que remover las consciencias,
hay que crear atajos
a lo que se viene esperando,
por años.

Nunca nos fue bien
con la vía fácil,
no se puede decir que esta
sea la más rápido,
pero estamos
en el momento justo,
aquel que necesita
comenzar.

viernes, 27 de abril de 2018

Fugabilidad

La fugacidad,
el renacimiento y el punto de fuga,
la fuga de la definición,
pollitos en fuga,
fuga en cine mudo,
fuga en la cárcel,
militares en fuga,
fuga de gas,
ignífuga,
fuga en tabú,
centrífuga,
fuga del agua
fuga de presos,
se da a la fuga,
fuga de talentos,
fuga de Santiago,
fuga por Santiago,
fuga para Santiago,
fuga desde Santiago,
fugadas.
fugados.
fuga de información,
se dan a la fuga,
fuga mortal,
fuga desde el infierno,
la fuga del Chapo.
fuga,
fug
fu
f
.

martes, 24 de abril de 2018

Ascendentes, Descendentes

Al principio es el silencio,
el silencio no es nada,
quizá sea un vacío,
uno específico.

Lo nombrado es algo,
tiene existencia abstracta
o concreta, física
o metafísica,
más allá,
más.

Todo va decayendo,
necesariemente
todo debe caer,
disminuir,
aumentar.

Como una (o, unas, varias)
escalera(s) invertida(s),
bajando a la nada,
escalón a escalón,
escalón.

El vacío
es el final,
en algún punto,
sin tener vuelta atrás.
Solo el olvido ascendente,
hasta el final de la escalera.

(olvido)

sábado, 21 de abril de 2018

Una demás

Todos los tiempos
y todos los grupos
tienen sus héroes,
mitos y leyendas.

Cada persona tiene
su propia edad heroica.
Viendo a los jóvenes,
adolescentes de los que
hace poco me separé,
siento que ha pasado,
la mía propia.

Todo tiempo pasado fue mejor.

Los recuerdos de juventud
se pierden en las brumas
rodeándose de una mitología
construida en encuentros fortuitos
con aquellos que acompañaron
por años el transcurso
del tiempo, justo al lado.
variando versiones y reversiones 
de pasados llenos de aromas 
y otras variadas sensaciones.

No lo sé,
siempre es el mejor momento,
pero nunca está claro
como disfrutarlo,
mientras, sigo pasando
de largo lo bueno.

viernes, 20 de abril de 2018

Llamado Divino

Despertarse a morir otro día,
intentando salir del barro
(pensé en fango, la verdad,
pero acá no corren palabras
que no usaría por la mañana),
ando cansado, de nuevo,
por el día de trabajo, ayer,
por las noches sin dormir,
creyendo descansar
en tres, dos, una hora,
preocupado por el reloj,
que quizá esta noche,
justo esta y no otra,
no quiera sonar,
porque él también quiere
dormir un rato más,
quedarse piola y que
juntos al amanecer,
igual que todos los amaneceres,
y otras horas más tempranas.

Hay barro por todos lados,
se junta la tierra de la ropa
con las lágrimas de un cabro
que no cacha pa'dónde va la micro,
mi pega es decírselo,
yo tampoco cacho, la verdad,
pero actuando resuelto
las cosas pasan igual,
la gente te cree,
te cree la sonrisa segura,
el gesto tranquilo,
la risa fácil.
te cree.

¿Cómo cresta borro esta noche,
otra noche más,
el barro que han acumulado
siglos de niños que han llorado
los siglos de tierra que han traído
los adultos bajo los zapatos
y en el dobladillo?

domingo, 15 de abril de 2018

Orígenes de la Belleza

No busco  recrear la belleza,
las cosas bellas vienen
desde antes, del principio,
al inicio de todo
estaba todo ya preparado...

Y sin embargo la humanidad.
(pensé acá en decir "Hombre", pero es políticamente incorrecto, a pesar de que se hubiese entendido el mensaje. No solo eso, también se siente exclusivo y excluyente. Este paréntesis debería ser de otro texto y un texto en sí mismo, a la vez).

Y sin embargo la humanidad,
en un afán creador,
fue creativa, aunque no sé,
no asumiría que fue la inspiración,
pudo ser la expiración,
o la suspiración,
la que le trajo la idea
de innovar con lo que hay.

Ahí, donde todo ya estaba,
se fue creando lentamente
una nada donde entrase
la otra posibilidad,
el resto indivisible,
en los lugares divididos.

Y la posibilidad se creyó,
se pensó y se creó hermosa,
se reinventó la belleza,
se racionalizó la estética.

En ese momento todo se quebró.

miércoles, 7 de febrero de 2018

Lo indecible

Quiero escribirte algo
Solo porque sí, 
Solo porque quiero.

Me despierto pensando
En palabras antiguas 
Qué decirte para explicar
Algo que no es nuevo,
Una sensación vieja
Como el mundo del Hombre,
Mucho antes de saberse, 
Mucho antes de existir.

Me paso el día ordenando
Ideas buenas que nunca
Son lo suficiente,
Expresar eficientemente,
De forma clara,
La sensación de vacío
En mi pecho, en mi estómago,
La desolación más desolada,
La desesperación,
Que no se plasma en 
Mi rostro, que pretendo
Impasible.

Sé que mi mente
Pone palabras a imaginaciones
Que no se corresponden,
Porque mi sentir
Traspasa la idea
Y demuestra mis ser,
Desnudo y preocupado.

No.

No sé que escribirte.

No se puede escribir esto. 

lunes, 5 de febrero de 2018

Ficción Intrínseca

Otra vez ronda las palabras
el discurso de esta vez,
lugares comunes,
ideas comunes,
no tengo como agotar
las que pocas que tengo.

Las desnudas murallas
se convierten en cielo
siguiendo el camino ascendente,
derrocando la dictadura
de los límites creados,
de los límites impuestos,
de los límites aceptados.

La vida puede rondar la mentira
como un anatema o un paradigma,
parte circunstancial y circunspecta
de todo discurso.

Imaginamos con discursos,
palabras, palabras,
nos comunicamos con ellas,
palabras que nombran
lo que no tiene nombre,
creyendo en el poder adánico
aceptándolo por añadidura
a las virtudes humanas.

Todos ponemos todos los nombres,
los que conocemos, renovamos,
intercambiamos,
los que inventamos por error,
arte y ensayo.

Y nunca decimos
lo que realmente es.