sábado, 14 de octubre de 2017

Bóveda Negra Estrellada

Que tan solo se puede estar
con todo el peso del mundo
sobre mis hombres endebles
en esta torre de guardia
que se cae lentamente.

Los años siguen pasando,
nadie detiene el tiempo,
cada día más nefasto,
menos nuevo,
más apagado.

La luna sigue en su sitio,
me pregunto por qué estoy,
si siquiera seré necesario,
hoy, mañana, hasta el final,
nada cambia,
todo permanece.

Subo todos los días la escalera,
envidio a los que trabajan
en los faros más australes,
mi escalera hasta el cielo,
que no es mía,
se extiende todos los días,
cada día más cerca,
en una búsqueda infinita.

Hoy la luna está más grande,
pesa más el cielo en mi espalda,
y lo hará más con el paso
de las noches, los días,
las semanas.

Mis articulaciones ceden,
por fin mi trabajo tuvo algún sentido,
un motivo de pasar todos estos años,
justo al final, sonrío.

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