martes, 21 de noviembre de 2017

La Primavera

Nos imaginamos:

Las mujeres corriendo
por el pasto, en el jardín,
sonriendo,
haciendo en su rostro
la primavera eterna,
porque es eterna
en esa imagen
guardada a consciencia.

Me retracto,
imaginemos solo una,
por decencia
y moral cristiana.

Y es una imagen perfecta.

La llamaríamos felicidad,
Collige, virgo, rosas,
y es tópico y típico,
es una expresión
que desarma la duda.

No nos fijamos
en el cartel de "no pisar",
en la reja y
el hombre que riega,
no nos importa
que en realidad,
las mujeres no pudiesen
siquiera pisar el pasto
hasta hace unas décadas.

Mantengamos el decoro.

Esa mujer
(conocida o desconocida)
(probablemente bella,
a gusto del veedor)
sobre ese pasto
(verde de primavera)
(limpio imposible)
con su sonrisa
(con dos flores,
margaritas)
sea simplemente
como tiene que ser.

Confío en la duda
sobre este último
y todos los puntos
y la recta que une dos puntos.

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