domingo, 19 de marzo de 2017

Dios te extrañamos.

Me saludó con su sonrisa alcohólica,
se me acercó por el paseo público,
arrastrando sus pies cansados,
acarreando el peso de sueños pasados,
oyendo voces desconocidas,
alimentado por ideas quiméricas.

Me saludo con su sonrisa pública,
se me acerco por el paseo cansado,
arrastrando sus pies pasados,
acarreando el peso de sueños desconocidos,
oyendo voces quiméricas,
alimentado por ideas alcohólicas.

Me saludó con su sonrisa quimérica,
se me acerco por el paseo alcohólico,
arrastrando sus pies públicos,
acarreando el peso de sueños cansados,
oyendo voces pasadas,
alimentado por ideas desconocidas.

Me saludó con su sonrisa cansada,
se me acercó por el paseo pasado,
arrastrando sus pies desconocidos,
acarreando el peso de sueños quiméricos,
oyendo voces alcohólicas,
alimentado por ideas públicas.

Me saludó con su sonrisa alcohólica,
se me acercó por el paseo quimérico,
arrastrando sus pies desconocidos,
acarreando el peso de sueños pasados.
oyendo voces cansadas,
alimentado por ideas públicas.

Me saludo con su paseo cansado,
se me acercó con sus pies públicos,
arrastrando el voces pasadas,
acarreando el peso de ideas quiméricas,
oyendo su sonrisa desconocida,
alimentado por sus sueños alcohólicos.

Se arrastró por el paseo público, así acarreó sus pies cansados, saludando con su voz alcohólica. Oyó arrastrar el peso de sueños quiméricos. Se alimentó de la sonrisa desconocida, acercándose a ideas desconocidas.

Perdón.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario