Quiébrala,
rompe sus puertas y ventanas,
las paredes, los pilares,
no dejes que se sostenga,
no dejes que te amarre,
que te encadenen sus cimientos,
nombrarle suena a mentira
cuando sale de tu boca la palabra,
libérate de símbolos vacíos,
deja de rondar la complejidad,
y vuélvete a la simpleza,
a la tierra que te levanta,
bebe con ella el fruto de su uva,
sonríe en la embriaguez,
cuando sale de tu boca la palabra,
libérate de símbolos vacíos,
deja de rondar la complejidad,
y vuélvete a la simpleza,
a la tierra que te levanta,
bebe con ella el fruto de su uva,
sonríe en la embriaguez,
Tras todo lo anterior,
y como siempre, como siempre
me he quedado con la sensación
de no haber ido a ningún lado,
de haber tocado el borde
con recelo,
para volver al centro,
aliviado,
marchito y triste,
en el mismo lugar dos veces,
en el mismo lugar por siempre.
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