Tiempo del Relato

El problema con las aventuras,

tienen que terminar,

para convertirse en historias,

para poder ser contadas,

para tomar un sentido,

contar lo vivido,

traerlo del pasado,

un pasado que ya no vivo.

Hablar en pasado da la existencia,
la única forma de validar,
uno, dos, tres,
tres pasos flotando en el viento,
que fueron y no son,
porque el presente es un instante,
de inestabilidad y desacuerdo,
el balance se lo llevan los soplos,
que ya contados, ya escritos,
llevan a la imaginación,
y si algo ha sido imaginado,
algo será creado para hacerlo,
algo fue creado y que sea.
El futuro es un anhelo desesperado,
de él no diré más.