martes, 19 de agosto de 2014

Dejarse Llevar

Pensaba en el amor
como algo más dramático,
ahora que solo pasó,
que estamos aquí, juntos,
todo pareció tan simple,
no sentía ningún afecto,
no había sentimiento
y lo creamos, los inventamos,
estamos saliendo para probar,
el interés buscando eco
en los hechos del otro,
una respuesta de por sí,
sin calor, solo una respuesta,
tu alegría impaciente
por seguir jugando en el ritmo
estratégico y táctico
de los recién conocidos,
yo solo te miro con cariño,
¿es esto a lo que llaman amor?
porque no lo entiendo.

Pero temí cambiar mi vida,
tan calma y tranquila
por probar el fruto de un intento,
el juego que se nos abría,
tan desconocido como era,
con ese aire de indeferencia
que se mantiene en el ambiente
cuando es solo uno el que juega,
el que arriesga a perder,
la alegría impaciente
de tus gestos ante la vida,
ante mi primera indecisión
parecía ocultar tanta pena,
tanta pena, tanta pena,
¿qué pasa con esos ojos
opacos, casi grises?
¿qué sucede con esa sonrisa
sin sonrisa, sin nada de sonrisa?
creo que no sé hacer las cosas bien,
la verdad parece que no lo intento.

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