sábado, 27 de septiembre de 2014

Los Santos Madrugadores

Insomnes aprovechando el tiempo,
merecedores de devoción,
cumplidores de sueños,
aunque más preciso es decir
que no sueñan, que no duermen,
solo consiguen pensar
mirando un techo sin estrellas,
los luchadores de la oscuridad,
la combaten y combaten por ella,
discutiendo con los adoctrinados,
todos guantes, estadísticas,
números y más números,
burlándose del hombre
que no pudo comer ese día
porque se preocupó del trabajo
más que de su propia vida,
procuró precisar conceptos
en vez de disfrutar la noche,
procura errarlos al principio,
errarlos al final, liberarlos,
palabras demás y palabras de menos,
aparecen unos cuantos
entre los arbustos disfrutando,
las ropas rasgadas sin más,
llega la tarde y se levantan,
epifánicas imágenes aparecen
en la borra del café.

Las historias de amor
muestran solo el inicio,
el comienzo es próspero,
siempre es próspero el amor,
los madrugadores solo muestran
lo circunstancial de la vida,
la insoportable levedad del ser,
soportándola hasta el final,

Yo tengo una medallita
de un tipo ojeroso,
al que le prendo velitas,
para que al menos pueda leer
entre las manos oscuridad,
yo tengo una medalla morada,
en honor a una manda,
una ánima endeudada,
vete sin mí, bebe por mí.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario