martes, 9 de septiembre de 2014

Juegos de Deshoje

Mientras te veo
en la flor de la vida,
niña, chiquilla,
me doy cuenta cuanto me gusta
deshojar las flores,
recoges rosas con pasión,
mientras me siento exultante
al verte dejándolas caer
por descuido de atención
y caer en las trampas simplonas
de marineros de aguas tranquilas,
hombres de pesca segura,
cuerpos de fabrica y
mentes de cantinas caras,
imberbes jóvenes.

¡Cuánto me satisface verte así!
me place bastante tu sonrisa,
ver las formas en que juegas
con los débiles estrategos
de maquinaciones ortodoxas,
producto de películas malas
y literatura barata, niña,
música tan poco sinuosa,
música de contenido limitado
y repeticiones constantes.

"¿Por qué te satisface?"
me preguntarías, quizá,
si supieses que así es,
pero no tendría sentido la pregunta
más que propiciar el juego
y prepararnos para seguid jugando,
no te daría respuesta alguna,
solo lo hace, así de simple,
verte aprendiendo a evadir
las jugadas, a veces audaces,
de tanto jugador primerizo.

Cuando te vea experimentada
se juega la última mano al quiebre,
y veremos la última flor deshojada,
inocente, pero no tanto,
dando saltos entre las trampas
del observador ya más avezado,
dejando de ser observador
y golpeando fuerte la mesa,
pero también siempre inocente,
¿quién se doblega primero?

No tengo respeto ni cuidado
con las diferencias ni los miedos,
se rompe o se parte,
así se termina todo al final.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario