lunes, 22 de septiembre de 2014

Lloviendo

Te admiro, digo,
¿cómo no admirarte?
eres capaz de detenerte,
hacerlo solo para llover,
solo para llover, digo,
como si fuese tan fácil
y tan poca cosa hacerlo,
es simplemente impresionante,
"esta no es la realidad"
y llueves, haces pozas,
lloras y llueves,
salivas y llueves,
llueves y llueves,
llueves lloviendo,
viéndote quien te vea,
con la calma que requiere,
es pausa tranquila
de vacaciones de verano,
de festivo inesperado,
difícil volver a estar seco
después de pasar por tu lado,
de mirarte y admirarte,
yo no puedo llover,
soy muy frío, muy seco,
podría ser desierto de noche,
y ser además oscuro,
nuboso y casi lluvioso,
pero no lluevo, no puedo,
no sé como serlo,
el tamborileo lejano
de las gotas al caer,
una a una cada vez,
me pregunto si las gotas
caen dos o más veces
en un mismo sitio, lugar,
punto exacto en el espacio,
te encuentro de nuevo
en algún meridiano,
aunque tampoco sé
en qué lugar de este norte esté.

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