Romance Natural

Solo busco cobijo para el alma,
una frazada, un cobertor,
una manta de recuerdos,
un abrazo, quizá protector,
no, no necesariamente así,
solo un calor para el alma,
motivo de sonrisas
y consecuentes risas,
aunque no siempre en ese orden,
viceversa y al revés,
una caricia oculta en las palabras,
o que las mismas sean tales,
a estas alturas todo se confunde,
es pasado medianoche
y las sombras se mezclan
con un mundo tan gris
como tranquilo y calmado,
una estufa ecológica y responsable,
un silencio que permita
querer abrazarse en soledad.

No quiero pensarlo,
prefiero, más bien y necesariamente,
que sea una ocurrencia repentina,
ya sea mía o de alguien
que quiebre la monotonía
de la soledad concurrente
en este ser terreno y agotado,
coger polvo de estrellas,
vestigios de haces de luna,
revolverlos en la noche
con una pizca de tierra virgen,
aclamando el resurgir de la vida
entre tanta humanidad esparcida,
abrazando la naturaleza,
no la de la humanidad,
solo naturaleza, recordando la soledad.