miércoles, 30 de julio de 2014

Pañuelo Rosado

Mientras algunos
bailan con sus pañuelos
con la libertad que da la salud,
otros somos sus esclavos,
aunque no lo digo tristemente,
hemos sido aquellos
que renegamos de la salud
para disfrutar una vida sosa,
tristemente insípida,
dándole color y sabor
a un proceso desgastante,
lamentablemente el rosado
no es el mejor color para esto,
sin decirlo por convenciones
sociales tristes y simplistas,
sino que por la destrucción
interna de un cuerpo
que por fuera no se (tan) mal.

La belleza del agua de rozas,
el placer de los olores florales,
la elegancia del rojo suave,
del rosado preciso
producto del desgaste
de la tela en tantos lavados
que no le han quitado
la sangre de mis pulmones,
de mis excesos
a mi preciado pañuelo.

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