Ficción

Todos quieren algo más que palabras,
no entienden la importancia que tienen,
detenerse a sentir su sabor,
mientras revolotean sobre tu lengua,
antes de deshacer las mariposas,
de un enamoramiento momentáneo,
que se ha quedado suelto en el aire,
con soltar las letras de sus lastres,
y dejarlas a la interpretación del cielo.
Pedir más que palabras,
a quien ha arriesgado todo eso,
y tanto, más o manos, más,
acusado por sospechoso de siempre,
dejando a un lado el esfuerzo,
que le ha sido necesario para confiar,
confiar en que confiarán en su esfuerzo,
que es más fácil guardar silencios,
y recibir golpe, tras estocada,
tras puñalada, tras corte, tras golpe,
que levantar la voz,
que, cómo ya dijimos, fue levantada,
sin ser tomada en cuenta,
por búsquedas más físicas,
por un mundo que pierde lo etéreo