domingo, 8 de diciembre de 2013

Acción y Reacción

Me angustia esta corpórea existencia,
me enferma la triste permanencia,
necesito sobrepasar la delgada linea,
aquella del cuerpo y su inmanencia,
me molesta la estadía constante,
lo tangible de mis pasos,
lo mal-llamado real,
experimentación constante,
que dicen le da ser a mi ser,
pero mi ser es en sí mismo,
más allá de la existencia
y, de paso sea dicho,
de la experiencia de la vida,
que se entienden juntas,
siendo diferentes en su mutua acción,
su rango de afectación
y la posibilidad de cada ámbito,
la existencia es triste,
la experiencia puede no serlo,
evitando la congestión
de malas sensaciones,
pensamientos pesimistas,
el enfrentamiento de ideas
entre cambio y permanencia,
la eterna susceptibilidad del ser,
y su afectación, domesticada quizá,
en la experiencia de la vida,
en la posibilidad de hacer,
de crear un momento de satisfacción,
dentro de la tristeza ineludible
de nuestro avance decadente, cadente...

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