jueves, 8 de agosto de 2013

En la Biblioteca de Alejandría...

La meta de leer cada relato erótico
de la biblioteca de Alejandría
no es solo una exageración,
es una búsqueda, una decisión.
El sueño de llevarlo a cabo,
practicar cada aprendizaje,
cada pasaje y fragmento,
tenerlo como amuleto de realidad,
como abrazo de lo etéreo,
el placer completo y total,
fuera de límites establecidos,
de miedos mortales,
de mentiras y verdades,
de saltarse lo moral y lo inmoral,
de alcanzar un nuevo nivel,
un nuevo espacio,
donde no importen las palabras
más allá de las que liberan el placer.
Y no importa con quién,
es importante distinguir
el amor del placer y el conocimiento,
una desconocida sale de mi cama,
otra se aleja por el final del callejón,
alguna se levanta de la banca de una plaza,
de otras escapo yo,
saltando rejas, saliendo por ventanas,
no importa el nombre,
todas las desconocidas
son LA desconocida,
con ella tengo memorias,
hasta el fin de mis tiempos
y para el que los quiere conocer.

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