Cuerdas y Cadenas

Las marcas desaparecerán,
cuando no tenga más que decir,
son temporales,
como lo nuestro,
el roce de mis dedos,
recorriendo tu estar,
eso será la duración de lo real,
después serán recuerdos,
hasta que ya dejen de serlo,
empiezo a forzar,
a buscar sin descanso
el punto justo entre las cuerdas
y el deseo,
el espacio donde se ahoga el cuerpo
y respira tu interior más profundo
el más insensato,
en la desesperación
nacida del miedo
traído por la posibilidad del fin,
sentirás de mí todo el querer,
en su sentido menos aceptado,
cada vuelta que de en ti
será una atadura
buscando ser permanente,
intentando el para siempre
en su irreductible finitud.

Viviría encerrado escribiendo,
encadenado a una mesa,
amarrado a una pluma,
en esa celda con vista al mar,
tal te encerraría junto a un placer
mío y vuestro, mío y tuyo,
para siempre,
hasta desfallecer.