lunes, 7 de abril de 2014

Ininteligible 2

Cuando disminuya el uso
exagerado de palabras preciosistas,
podremos entendernos,
antes que eso,
no creo que funcione mucho,
ahora mismo, de hecho,
el temor de hablarte
para que me hables de vuelta,
sea una molestia al final,
que hablarte sea un exceso,
independiente de la coherencia interna,
no me doy cuenta,
o quizá sí lo hago,
de las dinámicas que se van dando,
mientras tanto y por un rato,
los sentimientos emancipados
de los planes preconcebidos,
diré suficiente para no darte tiempo
de que me des una respuesta,
buscando que me hables de vuelta,
sin darte un respiro, un segundo,
una vida para que digas
lo que tengas por respuesta
a tanto recelo convertido en gusto,
convertido en palabra,
convertido en intento,
convertido en silencio,
convertido en exceso,
vertido como revestimiento
de todo lo que tengo dentro
y se aferra, sin arte ni parte
de los días que son y los venideros.

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