domingo, 7 de febrero de 2016

Sin refugio

Un descuido casual,
un cabezazo en el portaequipaje,
un golpe en el pasamanos,
un jalón de cabello,
quizá es sin querer queriendo,
que se me desarma el cuerpo,
en un viaje en micro,
quizá es por el destino,
directo al trabajo
a vender el alma,
un día más, otro más,
siempre me desarmo yo,
nunca le pasa a la micro,
sigue armada,
a pesar de las panas,
nunca despierto cucaracha,
nunca se me escapa el castillo,
no soy capaz de
convertirme en cucaracha,
perseguir al castillo,
no es mi vida un relato del muro,

Me llamo extranjero en el mundo,
me llamó extranjero en mi mundo,
desarmando lo que quedaba
después del viaje en micro,
quedan de mí,
ni un recuerdo,
ni una marca en la tierra,
sólo silencio y piltrafas.

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