lunes, 15 de febrero de 2016

Qué tan guapa pudiste ser en mis memorias?
No, a la mierda. Estoy cansado, no estoy para recorrer silencios, recoger memorias, ayudar a ubicar en el almacén de los recuerdos otros pensamientos de los que no soy parte. Quiero soledad, quiero descanso, quiero silencio. A la mierda, a la mierda. Adiós. Palabras de más, palabras de menos. Vete a descansar a un palacio, a una posada, que en los establos duerme el mozo de cuadra.
Cuido el silencio con la paciencia que implica guardarlo, como un voto antiguo, como un deseo propio. Cuido mi calma y mi paz, lejos del sol, lejos de los polos, en la tibieza del espacio intermedio, entre los placeres y el frío. La colección de nubes es devuelta al río y basta.
Silencio y calma. Paz y memoria. Nada más.
El cuerpo descansa recostado. No hay más palabras, acciones. Intentos vanos. Silencio.

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