sábado, 17 de octubre de 2015

Pestañeo

Todo esto estaba ahí,
tras una breve oscuridad
todo estaba ahí.

Una breve oscuridad
que duró cuarenta años,
una temporada, 
caída a la oscuridad
que dura un segundo
en mi memoria.

¿Para qué estar despierto?,
¿para qué levantarse?,
¿para qué moverse?.
¿para qué?

Se abre la jaula,
lentamente, hacia arriba,
hacia abajo, separando
sus barrotes en
diagonales azarosas,
para liberar al presente,
nuevo y novedoso
alejado de la memoria,
nacido de cero,
algunos ceros,
los que alcanzo a recordar.

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