domingo, 4 de octubre de 2015

Inmovilidad

No es sueño,
mira mis ojos abiertos,
mira mis ojos,
inyectados en sangre,
las pupilas dilatadas,
mi cuerpo inmóvil,
tenso, rígido,
preparado para moverse,
pero no,
sin hacerlo,
sin poder hacerlo.

Los músculos de la boca,
los del cuello,
rechinan,
suena una explosión,
continúa la laxitud,
se intensifica,
sólo silencio en el aire,
el rumor de quiebre,
la parálisis del sueño,
los terrores nocturnos,
el sudor frío.

Nadie ve las manos
que me retienen los miembros,
ni ven los colmillos
que se enganchan
entre mis músculos y huesos,
congelando mi imagen,
reteniendo mis capacidades,
conteniendo mis bríos,
entrecortando mi respiración,
entrecortándome.

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