Mañana

La mañana despertó como cualquier otra, sin ganas de amanecer, sin deseos de existir, pero sabiendo que debía cumplir su función como inicio del día después de la larga noche, el regreso del sol después de otra larga del miedo terrible a abrir los ojos de nuevo con la certeza de otro día de alumbrar la desesperación y la desesperanza de cada ser viviente al despertar.

La mañana despertó opaca, cansada, brumosa, esperando por un momento, otro más, que fuese su última. Pero no lo sería, solo podria ser una idea, un concepto, un momento y espacio determinados, cada tiempo y todos los lugares a la vez. Otro suceso en la línea temporal del constante amanecer que fenece y renace, sempiterno.

La mañana acaeció, muchos ni siquiera le dieron un pensamiento en otro mecánico despertar, funcionar, existir, sin pensar, sin ser en sí mismo, una existencia validada por el trabajo, el otro y la sociedad. La luz se filtra, alguien despierta, alguien se queja, alguien sigue su camino sin dudar, pensando en otro dia.

Mañana, mañana, todas las mañanas.

Mañana.