martes, 29 de septiembre de 2015

Viejo Mundo

Presuntos implicados,
los sospechosos de siempre,
hombres muertos caminando.

Hubo una vez un disparo,
dos, tres, un intercambio,
otros tantos, varios más,
disparos a quemarropa,
pero nadie muere,
muchos salen dañados,
increíblemente dañados,
sorpresivamente dañados,
el entorno se quiebra,
se producen grietas,
una en especial,
la más clara y onda,
justo al medio,
entre ambos tiradores,
una grieta que hacía
más lejanos los disparos,
que dañaban menos,
solo la grieta hacía daño.

Los sospechosos
no fueron juzgados,
no tenían cómo, ni por qué,
ni había sospechosos
en terreno común,
sólo quedó el silencio
que dejaron las balas,
ni un grito de dolor,
solo las balas justo al final.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario